La Cruz Roja se desmarca de la Usaid. Macri, Faurie y otra payasada. Cuba y China dicen presente.
Poco tardó en quedar expuesto cuál es el verdadero carácter de la “ayuda” con la que EE.UU. y la derecha que actúa en Venezuela intentan dar una nueva vuelta de rosca al pustch golpista que tiene su cara visible en Juan Guaidó.
En este sentido, días atrás, el jefe de la Cruz Roja en Colombia, Christoph Harnisch, advirtió que esa institución no participará en la distribución de la asistencia que llegará desde EE.UU. destinada a Venezuela. “Nosotros no participamos en lo que para nosotros no es para nosotros una ayuda humanitaria”, aclaró Harnisch, desnudando así la maniobra que se esconde detrás de la iniciativa que tiene como mascarón de proa a la Usaid.
Pero pese a todo, quien se sigue empeñando en convertirse en el Empleado del Mes de Washington, es Mauricio Macri y, por supuesto, su canciller, Jorge Faurie, quien acaba de informar que dentro del Ministerio a su cargo, se creó una “Unidad de Gestión para el Apoyo a la Reconstrucción de Venezuela” que pretende “colaborar y acompañar en la ayuda humanitaria” en el contexto de la iniciativa estadounidense.
El presidente que llevó a que en Argentina uno de cada cuatro personas sea pobre y que hizo que la inflación se coloque en el rango del cincuenta por ciento, al tiempo que gobierna por DNU y a fuerza de veto, creó esta Unidad para “recopilar y sistematizar información sobre las necesidades humanitarias en Venezuela, como así también los requerimientos y necesidades, y fortalecimiento institucional”.
Pero lejos de toda esta payasada, esta semana llegaron a Venezuela 933 toneladas de medicinas e instrumental procedentes de Cuba y la República Popular China. Al respecto, el ministro de Salud, Carlos Alvarado, informó que su país recibe de “forma periódica” medicinas y materiales médicos, a raíz de un convenio suscripto oportunamente con La Habana y Beijín.