El diputado comunista Offer Cassif, repudió la presencia del presidente de Argentina en el Parlamento israelí. “No estoy dispuesto a avalar la plataforma entregada a una persona que incita y sigue incitando contra la izquierda política de su país y en el mundo, representando una amenaza para la democracia en todas partes”, advirtió.
El diputado por el Partido Comunista de Israel y el Movimiento Hadash, Offer Cassif, condenó enérgicamente que se haya permitido que Javier Milei hablara ante el Parlamento del Estado de Israel, por lo que para expresar su repudio, abandonó la sala en el preciso momento en el que el presidente de Argentina subía al estrado para comenzar con su discurso.
“No estoy dispuesto a avalar la plataforma entregada a una persona que incita y sigue incitando contra la izquierda política de su país y en el mundo, representando una amenaza para la democracia en todas partes”, advirtió y añadió que “las políticas extremistas de Milei, promueven el fascismo, pisotean los derechos de los trabajadores y profundizan la pobreza en la sociedad argentina”.
En la misma dirección, Cassif hizo hincapié en que “sus palabras fomentan el odio y dan respaldo a movimientos antidemocráticos y fascistas a nivel global y dentro de Israel también”, por lo que “su presencia en el Parlamento es un insulto a los valores de justicia, igualdad y solidaridad por los que mi partido lucha incansablemente”.
En este contexto, tras hacer un llamado “a todos los que creen en la democracia, en la igualdad y la justicia social a oponerse a la normalización de figuras como Milei”, recalcó que “seguiré luchando por una sociedad igualitaria, justa y solidaria, tanto aquí como en el resto del mundo contra aquellos que buscan socavar los fundamentos verdaderos de la libertad y la igualdad”.
Escalada guerrerista
Pero no fue esto lo único que pasó en Israel durante la visita de Milei. Ayer, el régimen encabezado por Benjamín Netanyahu desataba un ataque sin precedentes contra Irán, en el que según coincidieron en informar diversas fuentes, fueron destruidas instalaciones vinculadas al programa de desarrollo nuclear de la República Islámica, al tiempo que fueron asesinados altos dignatarios militares y civiles, entre los que estarían el comandante de la Guardia Revolucionaria y el titular del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Con este telón de fondo, por medio de una carta que el ministro de Exteriores Abbas Araghchi envió a António Guterres, Teherán pidió que se reúna de forma inmediata el Consejo de Seguridad de la ONU, para que este organismo “cumpla su responsabilidad, condene este acto de agresión y haga que Israel rinda cumplida cuenta de sus crímenes”.
Mientras tanto, la Asamblea General de la ONU, aprobaba una resolución que exige un alto al fuego inmediato, incondicional y permanente en la Franja de Gaza. Fueron 149 los votos a favor que recibió la moción que tuvo diecinueve abstenciones y doce votos en contra entre los que se encuentra el de EE.UU. que, como se recordará, tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad lo que pone a esta resolución en un callejón sin salida.
Dos días antes, fue presentado en Naciones Unidas un informe que denuncia que el Estado de Israel perpetra “crímenes de exterminio” en el territorio gazatí. Se trata de un trabajo que hizo la Comisión Independiente e Internacional para la Investigación de Territorios Ocupados en el que se denuncia que el régimen de Tel Aviv comete “crímenes de guerra”.