Mientras Giorgia Meloni se encamina a ser la titular del Consejo de Ministros, Refundación Comunista recalca que es preciso avanzar en la construcción de “una izquierda anticapitalista, ecologista y feminista”, capaz de enfrentar a un gobierno “que representa una mezcla de populismo reaccionario y neoliberalismo”.
“Los datos electorales confirman la necesidad de una izquierda popular y de clase en este país”, recalcó Refundación Comunista (RC), al analizar el panorama que se abre tras la victoria electoral de la derecha que, en Italia, se encamina a formar Gobierno.
La semana pasada, la coalición de derecha y ultraderecha que resultó vencedora en las elecciones del 25 de septiembre, dio otro paso hacia la investidura de Giorgia Meloni como premier, cuando la Liga de Matteo Salvini, Hermanos de Italia de Meloni y Fuerza Italia de Silvio Berlusconi lograron imponer al ex ministro para la Familia, Lorenzo Fontana, como presidente de la Cámara de Diputados y, aunque con algunas divergencias, hizo lo propio con Ignazio La Russa al frente del Senado.
En este contexto, RC lamentó que “tras años de políticas neoliberales, el vaciado de la democracia constitucional y la anulación de una alternativa de izquierdas, el desapego de las clases trabajadoras por la política ha crecido, al tiempo que sostuvo que el reciente resultado electoral, es consecuencia “de un largo proceso de aval del fascismo y de revisionismo histórico, de treinta años de bipolaridad y sobre todo de la última década de gobiernos con adentro el Partido Democrático”.
Y alerta sobre la característica xenófoba y racista, desde el que la derecha que forma la coalición de Gobierno, platea su “‘guerra cultural’ contra los derechos de las mujeres y Lgbtqi, la unidad del país y los principios de igualdad”, pero también hace hincapié en que “su alineación con EE.UU. y la Otan es total” y en que “a pesar de la demagogia populista, la extrema derecha que vuelve al gobierno no es antisistémica en términos económicos y sociales, ni en términos de posicionamiento internacional”.
Así las cosas y con este telón de fondo, RC resalta que “los datos electorales confirman la necesidad de una izquierda popular y de clase en este país”
Y reconoce que “nuestra debilidad no nos permitió convertirnos en un referente perceptible para el electorado popular y sobre todo llegar al ámbito del abstencionismo, mientras que otras opciones, aunque menos coherentes que la nuestra, parecían más eficaces incluso para los sectores más politizados e informados de la izquierda, de los ecologistas y de los pacifistas”.
Pero, asimismo, aclara que “aún más que todo esto, ha pesado la ausencia de un movimiento social generalizado”, ya que “una nueva representación política de la izquierda se nutre y vive en primer lugar de la apertura de una lucha social en el país, más que de la propaganda, la acción electoral o la personificación de una operación política”.
Por lo que insistió en que es preciso “comenzar de nuevo, desde las campañas contra la guerra, el costo de la vida y el empobrecimiento social, para la posible y necesaria reconstrucción de una fuerza alternativa”, una tarea en la que “nuestro partido está llamado a desempeñar un papel esencial de elaboración e iniciativa”.
Ya que, puntualizó, es preciso avanzar en la construcción de “una izquierda con un punto de vista anticapitalista, ecologista y feminista”, capaz de enfrentar a un gobierno “que representa una mezcla de populismo reaccionario y neoliberalismo”.