Repudiaron “de manera inequívoca a la escalada de agresiones de la administración Biden en Ucrania y al uso de equipo militar estadounidense en ataques contra territorio ruso” y advirtieron sobre los peligros que plantea la escalada que impulsa Washington.
El Partido Comunista de EE.UU. (PCUsa) hizo pública su condena “de manera inequívoca a la escalada de agresiones de la administración Biden en Ucrania y al uso de equipo militar estadounidense en ataques contra territorio ruso”, situación que se profundizó a partir del domingo pasado cuando a dos meses de terminar su mandato, el presidente yanqui autorizó que el régimen de Kiev utilice armas proporcionadas por Washington para atacar “profundamente” el territorio de la Federación Rusa.
En estos días se dejó saber que se perpetraron ataques con cohetes Atacms que poseen un alcance de hasta 306 kilómetros y son de fabricación estadounidense, pero también que por primera vez, las Fuerzas Armadas de Ucrania dispararon misiles de crucero británicos Storm Shadow contra territorio ruso.
“Los informes de ataques de largo alcance en la región de Bryansk con misiles fabricados en EE.UU. subrayan el rápido aumento de la amenaza para los civiles y la escalada del conflicto”, advirtió el PCUsa y añadió que “esta actitud desenfrenada en los últimos días de la presidencia de Biden, ya ha provocado amenazas de represalias nucleares por parte de la Federación Rusa”.
Al respecto, cabe mencionar que el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, sostuvo que “los ataques con misiles Atacms en la provincia de Briansk indican que Occidente quiere una escalada”, mientras que el presidente Vladímir Putin, ratificó la actualizada doctrina nuclear de su país y remarcó que una agresión contra el territorio de la Federación por parte de cualquier Estado que integre un bloque militar, va a ser considerada una agresión del bloque en su conjunto.
Así las cosas, el PCUsa remarcó que “con el imperialismo estadounidense librando una espiral de derramamiento de sangre en múltiples frentes, junto con la reciente victoria electoral de los elementos más reaccionarios y chovinistas de la clase dominante estadounidense, nuestro imperativo de construir un movimiento nacional por la paz eficaz se ha vuelto cada vez más acuciante”, por lo cual “nuestra lucha contra el imperialismo debe seguir creciendo, con urgencia y en plena solidaridad con nuestros camaradas fraternales y aliados progresistas en todo el mundo”.
De ahí que convocó a “las fuerzas progresistas de todo el mundo para que trabajen en pro de la reconstrucción de un movimiento global contra las armas nucleares como piedra angular esencial del movimiento internacional por la paz”, al tiempo que hizo hincapié en que “la política de riesgo nuclear amenaza una vez más a toda la humanidad tal como la conocemos”, por eso “no podemos permitirnos el lujo de esperar y debemos unirnos para detener el descenso hacia una catástrofe global”.