Después de ser suspendido de su banca, el diputado comunista israelí Ofer Cassif, se mostró de acuerdo con la decisión de la CPI, de ordenar la captura del premier Benjamin Nentayahu y quien hasta hace poco fuera su ministro de Defensa, Yoav Gallant.
“Si no es La Haya, seguramente la historia los juzgará. Malditos criminales de guerra”, sostuvo el legislador israelí Ofer Cassif en relación a las órdenes de detención que el jueves pasado dictó la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro israelí Benjamin Nentayahu y quien hasta hace poco fuera su ministro de Defensa, Yoav Gallant, a quienes encontró como máximos responsables de la comisión de crímenes de guerra y lesa humanidad en la Franja de Gaza, al menos, desde el 8 de octubre del año pasado.
En este contexto y a poco de que EE.UU. volviera a vetar un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto el fuego inmediato en el territorio gazatí, donde ya se reportan alrededor de 44 mil palestinos asesinados desde octubre de 2023, Cassif acusó al presidente estadounidense, Joseph Biden, de tener “las manos llenas de sangre” por apoyar los crímenes del gobierno de Netanyahu en la Franja de Gaza y deslizó que el tribunal con sede en La Haya, debería seguir con él, el mismo criterio que tuvo con el premier israelí.
Esta posición que vuelve a reiterar Washington “demuestra una vez más el alcance de la responsabilidad de la administración Biden y su implicación real en el genocidio que se está produciendo allí”, escribió en su cuenta de la red social X el diputado comunista que merced a una iniciativa de la derecha que controla el parlamento de Israel, fue suspendido por la Comisión de Ética, por seis meses, debido a sus reiteradas críticas contra la actuación de las Fuerzas Armadas en los territorios ocupados, así como por el apoyo que brindó a la denuncia que Sudáfrica hizo ante la CPI que derivó en el proceso que trajo como resultado la condena y la orden de detención contra Nentayahu y Gallant. Esa vez Cassif volvió a denunciar “la ocupación, la limpieza étnica, los crímenes de guerra y el genocidio cometidos por el gobierno israelí en Gaza”.
Cassif es uno de los pocos miembros judíos de la alianza y forma parte de la coalición de izquierda Yabha (Jadash), grupo árabe-israelí que incluye al Partido Comunista Israelí. En este marco, hizo hincapié en que la separación de su banca se enmarca en una “persecución política contra los opositores a la guerra y críticos del sangriento gobierno” que encabeza Netanyahu y advirtió que “no me quedaré en silencio, seguiré luchando por el fin de la guerra, el regreso de los secuestrados, el fin de la ocupación y el establecimiento de un Estado palestino junto a Israel: por la paz, la igualdad y la justicia para ambas naciones”.
Así las cosas apenas se conoció la decisión de la CPI, el presidente de Argentina, Javier Milei, salió apresuradamente a defender a Nentayahu y Gallant, al tiempo que fustigó la postura fijada por la Corte y por medio de un texto puntualizó que el gobierno que preside “se solidariza con Israel”, tras lo que adelantó que se propone firmar un memorándum con ese Estado “en defensa de la libertad y la democracia” ya que “tenemos la vocación de afianzar la amistad que históricamente ha habido entre Israel y Argentina”, por lo cual “estamos llevando las relaciones bilaterales entre nuestras naciones a un nivel que nunca antes se había logrado”.