El presidente ucraniano y un integrante de las milicias nazis de su país, fueron invitados de honor del Parlamento de Grecia. El KKE hizo sentir su repudio.
En Atenas la policía reprimió brutalmente a quienes manifestaban contra la postura del gobierno que preside Kyriakos Mitsotakis, que se encuadra dentro de los planes que lleva a cabo la Otan en el conflicto de Ucrania. Y, como consecuencia de esto, varios militantes del Partido Comunista de Grecia (KKE) fueron agredidos y encarcelados.
La movilización tuvo lugar en momentos en que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se dirigía a los integrantes del parlamento de Grecia por medio de una videollamada, oportunidad en la que ante los aplausos de parte de los presentes le cedió la palabra a un neonazi integrante del batallón Azov, quien instó a que Atenas se una “a la causa de Ucrania por los vínculos históricos de ambas naciones”.
Aunque hay que reconocer que ante esto hubo diputados de varias alianzas políticas que abandonaron la sala en ese momento, las autoridades del órgano legislativo ni las del ejecutivo nada dijeron al respecto.
Desde donde sí hubo un fuerte pronunciamiento es desde el KKE que calificó como vergonzoso a este hecho y rechazó que en el Parlamento varios partidos “aplaudan a los nazis”. Por eso sus quince parlamentarios no se hicieron presentes en la sesión convocada especialmente para que Zelenski brindara su discurso y, lejos de eso, estuvieron en la calle manifestando junto a la militancia.
“Zelenski también es parte del problema, al encabezar un gobierno reaccionario que se ha alineado con EE.UU., la Otan y la Unión Europea”, recalcó el KKE y recordó que el gobierno de Zelenski y los que se sucedieron desde que durante 2014 fuera derrocado Víktor Yanukóvich, son responsables por trabajar para favorecer la intervención directa del campo euroatlántico en territorio ucraniano.
“Zelenski es responsable de la violación de los derechos de los trabajadores, del pueblo, de apoyar y colaborar con los batallones fascistas, como el batallón Azov, que se ha integrado orgánicamente en el ejército ucraniano, la policía y todas las estructuras del Estado”, alertó el KKE.
Tras lo que hizo hincapié en que también “es responsable de la legalización de la propaganda nazi y de la restauración de los colaboradores nazis en la Segunda Guerra Mundial como héroes nacionales”, así como de la prohibición del Partido Comunista de Ucrania, “de la persecución de comunistas y otros militantes, de la detención y el encarcelamiento injustificados del secretario y otros miembros de la Juventud Comunista de Ucrania, cuyas vidas corren actualmente peligro”.