Mientras tanto, en Berazategui el Movimiento Jubilados Liberación estuvo en el Concejo Deliberante para la presentación de un proyecto de repudio a la quita de la subvención que permitía acceder a medicamentos sin costo. Y el lunes que viene, brindis con agua en Plaza de Mayo.
El Partido Comunista acompañó a los trabajadores jubilados que, junto a representantes de organizaciones sindicales y sociales, llevaron a cabo el viernes pasado un abrazo simbólico a la sede del Pami de Zárate para rechazar los constantes ataques que viene perpetrando la Presidencia Milei contra el sector.
Esta protesta nada tiene de antojadiza. Casi tres de cada diez pesos del superávit fiscal del que se jacta el gobierno nacional, se explica por el feroz ajuste perpetrado contra los jubilados a lo largo del año, que fue constante pero reconoce hitos de gravedad extrema como el veto presidencial a la Ley que hubiera garantizado que la jubilación mínima cerrara el año con un modesto dos por ciento por encima de 2023 y, más recientemente, la supresión del subsidio que posibilitaba la gratuidad de medicamentos para jubilados.
Por su parte, también en estos días, en Berazategui organizaciones de jubilados y adultos mayores, entre ellos el Movimiento Jubilados Liberación (MJL), se dieron cita en el Concejo Deliberante en ocasión de la presentación de un proyecto para que ese cuerpo inste a que el ejecutivo de esta localidad repudie la quita de la subvención que permitía que pudieran acceder a los medicamentos que necesitan para poder sobrevivir personas que forman parte de un colectivo en el que cuatro millones y medio cobran la mínima.
Todo esto con un telón de fondo en el que la Canasta Básica del Jubilados se ubica en 912.584 pesos, tal como da cuenta la Defensoría de la Tercera Edad que asimismo advierte que si se suma el haber mínimo al bono, apenas se logra cubrir algo así como una tercera parte de los gastos que son indispensables para que estas personas puedan sobrevivir. Lo que explica la Defensoría es claro, ya que estimativamente y como mínimo, alrededor de 240 mil pesos se van en alimentación y cerca de doscientos mil en gastos vinculados a la vivienda, en tanto que para medicamentos se destinan en promedio unos 150 mil pesos. Todo esto antes de que la Presidencia Milei decidiera suprimir el subsidio a los remedios.
Por eso es que desde el MJL, tal como ocurrió a lo largo del año, se sigue movilizando contra las medidas gubernamentales. Y en este sentido, el lunes venidero en Plaza de Mayo, el MJL va a protagonizar junto a otras organizaciones del sector, «un brindis con agua y sin pan», tal como lo explica Claudio Cabrera quien señala que «esta es una forma de mostrar que muchos jubilados y jubiladas ni siquiera van a tener algo para poner sobre la mesa navideña y por eso también pensamos armar un Arbolito que en lugar de borlas y regalos tenga las cajas vacías de los medicamentos a los que ya no se puede acceder». Porque, insistió Cabrera, «lo que hace este gobierno es de una crueldad extrema» y por eso «estamos ante un genocidio silencioso contra las personas adultas mayores».