La presidencia Milei cierra el año fijando el Salario Mínimo Vital y Móvil en 279.718 pesos, mientras que desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, avanza con una reforma laboral absolutamente regresiva.
“Para la clase trabajadora, 2025 viene peor”, lamentó el secretario Sindical del Partido Comunista de Córdoba, Rodolfo Leyría, a la hora de analizar lo transcurrido durante el año que está acabando y, sobre todo, las perspectivas que se abren de cara al que comienza. Y, lejos de ser alarmista, lo que dice se ajusta a una realidad atravesada por varias circunstancias que tienen uno de sus factores comunes más relevantes en el avance de la reforma laboral que persigue la finalidad de establecer el precariado como forma vincular predominante entre los universos del trabajo y el capital.
La norma que es impulsada desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que preside Federico Sturzenegger busca la destrucción de los convenios colectivos, intenta garantizar negociaciones salariales a la baja en las que a modo de instrumento de pago las patronales puedan echar mano a mecanismos como los tickets de comida, así como la fragmentación y recorte de las vacaciones, al tiempo que habilita la liquidación de salarios por medio de plataformas como Mercado Pago.
Con este telón de fondo, la semana pasada y sin la presencia de las centrales sindicales, la Presidencia Milei junto a las cámaras empresariales, fijó el Salario Mínimo Vital y Móvil en 279.718 pesos para diciembre. De esta manera, como producto de esa rosca el salario mínimo establecido es el de menos capacidad de compra de los últimos veinte años, algo que provocó un tibio pataleo en un sector de la CGT, pero no fue obstáculo para que al día siguiente Gerardo Martínez y Jorge Sola visitaran a Sandra Petovello para repasar “los logros de 2024”, en un encuentro al que también asistieron empresarios, el embajador de la Unión Europea en Argentina y autoridades de la OEI.
Esto resulta muy significativo, ya que Petovello es quien tiene bajo su órbita a la Secretaría de Trabajo, que es en lo que se convirtió esa dependencia después de que Javier Milei degradara la cartera laboral que, entre otras cosas, puede exhibir como logros un salto en la informalidad laboral que llevó al 36,7 por ciento, pero asimismo una fuerte caída del empleo en registrado acompañada por un contundente incremento de monotributistas, lo que habla del paradigma que persigue el actual gobierno, que es algo que pone en negro sobre blanco con su proyecto de reafirma laboral.
Todo en un año en el que fueron despedidos casi 35 mil empleados estatales, en tanto que durante los primeros nueve meses con Milei La Rosada, se perdieron algo más de 255 mil empleos en relación de dependencia, tal como lo reconoce un relevamiento de la Subsecretaria de Seguridad Social.
Por su parte, dentro del sector privado hay al menos una treintena de conflictos activos, caracterizados por despidos y suspensiones, mayormente vinculados a la contracción del consumo, todo con una desocupación que se catapultó hasta casi el siete por ciento lo que la pone por encima del mismo período de 2023 y con un dato que hay que tener en cuenta: no creció más porque al hacerse el relevamiento no se incluye a aquellos trabajadores que se desempeñan en condiciones de informalidad, lo que aportaría al menos otro punto más a esta alarmante cifra.
Con este telón de fondo, el piso que establece el Salario Mínimo, Vital y Móvil no deja de descender. Así lo revelaba un informe elaborado por el Centro de Investigación y Formación (Cifra) dependiente de la CTA de los Trabajadores que advierte sobre la “pérdida brutal de poder adquisitivo apenas asumido el gobierno actual, producto del efecto de la devaluación de la moneda y su impacto en los precios”, pero añade que esa caída se acumula con retrocesos registrados durante años anteriores, lo que hace que en octubre de 2024 el poder de compra del salario mínimo fuera casi cuarenta por ciento menor que en noviembre de 2019 y 54 por ciento menos que el de idéntico mes de 2015.
“Es la primera vez que se fija un salario sin la participación gremial, el más bajo de la historia contemporánea, de los últimos veinte años en dólares, en una Argentina que en la que los precios están dolarizados”, advirtió Leyría y resaltó que esto representa “un claro mensaje de que el gobierno sigue y va a seguir ajustando a los trabajadores activos y jubilados”.
Con este contexto sostuvo que “tenemos una CGT quebrada, con una burocracia que no representa los intereses de la masa trabajadora y que, por eso, no tiene la capacidad de movilizar de otras épocas” y apuntó sus dardos sobre Martínez y la visita a Petovello. “Lo de la Uocra es más de los mismo, una conducción totalmente alienada con la Patria Contratista, totalmente precarizadora, que acepta que todos sus trabajadores estén en convenios muy bajos y sin la seguridad laboral que tiene otros convenios”, algo que es responsabilidad de “una conducción a decidió entregar derechos a través de los años, no nos olvidemos que empoderó a Macri y hoy está jugando con Milei”.
Por eso es que, sin dudarlo, el referente de la CoNaT, hizo hincapié en que “con este tipo de conducciones es complicado que el trabajador de base se sienta representado” ya que, argumento, “falta una renovación, mientras nos están llevando por un camino del ajuste…hay un crisis de representación, pero también una crisis política”. Y no se equivoca cuando analiza lo que pasa con la Uocra de Martínez, que hace varios años rediseñó su convenio para amoldarlo a las necesidades de la clase capitalista y la imposición del precariado, en lo que fue una avanzada de la reforma laboral que ahora pretende imponer la clase capitalista por medio de Presidencia Milei.
“Las diferentes burocracias han sido parte de la construcción de esta reforma que avala los períodos de prueba de seis meses en un mundo del trabajo en el que los que estamos conveniados cada vez somos menos”, destacó Leyría y denunció que lo que se busca es “hacer desaparecer el modelo sindical y por eso la creciente cantidad de jóvenes, que es donde más pega la desocupación, que están trabajando en aplicaciones, un trabajo que no está reglamentado bajo ningún convenio y representa una total explotación porque ni siquiera tiene feriados u obra social”.
Pero esto no es una característica exclusiva del sector privado. “Se continúa avanzando en un modelo de destrucción del modelo sindical y el mismo Estado es uno de los mayores precarizadores, algo que no viene de ahora”, recordó y añadió que “el vaciamiento que Milei está llevando a cabo, puede hacerlo porque en el Estado Nacional hay gente trabajando con contratos desde hace más de veinte años”.
Con este panorama las perspectivas que se abren para el año que comienza, anticipa dificultades tan contundentes como lo es la necesidad de articular y profundizar la lucha que los trabajadores protagonizaron de forma dispersa durante 2024.
“Hay un ataque como en el menemismo, pero con un movimiento obrero adormecido con conducciones burocráticas que acuerdan esta entrega”, señaló y advirtió que “2025 para la clase trabajadora va a ser peor, porque este modelo económico del dólar no se puede sostener mucho, esto ya se ve en la metalmecánica de Córdoba que viene suspendiendo personal”, por lo que anticipó que tarde o temprano “se viene una devaluación con un dólar a dos mil pesos”, lo cual “se va a traducir en precios y si los salariaos continúan con este atraso de más de un setenta por ciento, puede llegar a haber un despertar en la gente que sigue adormecida, incluso de quienes ahora aceptan el ajuste que sólo favorecer a la bicicleta financiera para quienes se llevan la plata al extranjero”.