En pleno Operativo Seducción, el ministro del Interior, Guillermo Francos, visitó Santa Fe para reunirse con los gobernadores Maximiliano Pullaro, Martín Llaryora y Rogelio Frigerio. “El bloque de poder permanente se mantiene organizado”, advirtió el titular del Partido Comunista de Rosario, Norberto Champa Galiotti.
El ejecutivo nacional envió al Congreso su paquete fiscal, que inmediatamente comenzó a considerarse en la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados que preside José Luis Espert. Se trata del proyecto de Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes, que contiene cambios en el Impuesto a las Ganancias y prevé un blanqueo bastante generoso de capitales.
La iniciativa, pero sobre todo la rosca que pueda conseguir en el Congreso para lograr que se sancione favorablemente, es una de las principales tareas a las que por estos días está abocado el ministro del Interior, Guillermo Francos, que para ello y para conseguir adhesiones para que Diputados no le baje el pulgar al DNU 70/2023, viene llevando a cabo un periplo que ya lo llevó por varias provincias y que, días atrás, lo hizo recalar en Santa Fe donde mantuvo un encuentro con el gobernador Maximiliano Pullaro y sus pares de Córdoba, Martín Llaryora, y de Entre Ríos, Rogelio Frigerio.
La cita fue en el marco de una reunión de los mandatarios de la Región Centro y ahí, aunque les dijo que no deben esperar nada por parte del Estado Nacional, “porque ahora no hay plata”, lanzó el Operativo Seducción anticipando que “ya va a haber”. Pero para ello, según connota la frase del titular de la cartera política, es preciso que los gobernadores que pertenecen a tres signos diferentes -UCR, PJ Cordobés y PRO- se esfuercen para que los legisladores que les responden aceiten el camino del DNU 70/2023 en la Cámara Baja, pero asimismo los que los proyectos Bases 2 y el paquete fiscal recién inician sus recorridos en el Congreso Nacional.
Pero más allá de todo esto, lo que deja claro y resume la foto de Santa Fe, es de qué va la reconfiguración de un bloque de representación política en el que todavía mucho está por definirse, incluso los liderazgos, pero en el que lo que sí se está de acuerdo, es respecto a los objetivos que se persigue. Pero también queda claro que este tándem, pretende ser el vector político institucional de la clase capitalista que actúa en el país.
Y no es casualidad que esta reunión tuviera como anfitrión al gobernador de Santa Fe, provincia desde la cual el secretario del Partido Comunista de Rosario, Norberto Champa Galiotti, advierte que “el escenario que tenemos hoy es resultado de la desarticulación popular”, ya que durante varios años “se habló mucho sobre el empoderamiento del pueblo, pero no se trabajó ni se propuso demasiado en esa línea y, lejos de eso, se desmovilizó”.
Por eso es que, el dirigente del PC hace hincapié en la relevancia que tienen los tres hitos que, en poco más de un mes, debe protagonizar el movimiento popular. Es que la marcha del 23 con su eje puesto en la educación, el paro nacional y el 1° de mayo que puede contar con un acto y movilización, así como la Contracumbre que va tomando temperatura para salir al cruce del Pacto del 25 de Mayo, hablan acerca de que comienza a haber cierta articulación y masa crítica que pueda servir para acumular resistencia, pero también para confeccionar un programa de alternativa.
“En pleno gobierno de Cistina Fernández de Kirchner, dijimos que la alternativa era radicalización o restauración neoliberal”, recordó Galiotti y añadió que “los distintos procesos políticos que vivimos desde entonces fueron desalentando la radicalización, ya que con Macri la hubo pero hacia la derecha y con Alberto Fernández se dio un gobierno de transición pero hacia esto que tenemos hoy”. Y en ese recorrido, puntualizó, “se destacan momentos que fueron clave como el acuerdo con el FMI o cuando Fernández anunció lo de Vicentin para después dar marcha atrás”.
Con este telón de fondo, el dirigente del PC recordó que fue Ernesto Guevara quien al salir a responder el intento de EE.UU. de imponer su Alianza para el Progreso, planteó que ya en aquel momento los gobiernos populares, democráticos y progresistas de nuestra región estaban ante un desafío, ya que cuando comenzaban a tomar decisiones a favor del pueblo, era el propio pueblo el que exigía lo que le corresponde. Y esto los ponía ante una disyuntiva: la presión de los monopolios y la de los pueblos. Entonces, llegaba una instancia en que los sectores progresistas expresaban que le temían más al pueblo que a los monopolios, por lo que comenzaba la etapa de la traición.
“Esto es lo que planteó el Che en 1961 y creo que estos son procesos que se reeditan en Argentina y América Latina, tal como vemos con lo que pasó, desde entonces, en el trascurso de la historia”, lamentó Galiotti y sostuvo que “llegamos hasta Milei como producto de un proceso profundo, consecuencia de cómo se fue cediendo espacio en la política y porque no se organizó al pueblo en sus instancias de masas”, en tanto que “el bloque de poder permanente se mantiene organizado”.
Por lo que hizo hincapié en que “para enfrentarlo, es necesario hacerlo con un gran bloque de poder popular que crezca desde los sindicatos, los movimientos sociales y estudiantiles, además de lo que queda del sector agrario que ha tenido un cambio notable después del paquete tecnológico de Felipe Sola que modificó la tenencia y la producción de la tierra” (Ver El campo…¿qué campo?).
De ahí que sin dudarlo el dirigente del PC aseveró que “los comunistas tenemos que tratar de organizar y alentar la movilización popular”, ya que “resulta indispensable y urgente parar y hacer retroceder a este proyecto político anexionista de neocolonia, que lleva adelante el gobierno de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio”.
Así las cosas, Galiotti reconoció que dentro del actual escenario “por ahora los componentes son de resistencia, pero la labor fundamental de los comunistas es que esta resistencia tenga formas de articulación que nos permita avanzar en el nivel de confrontación de las políticas gubernamentales que son antipopulares y agresivas hacia los trabajadores, los jubilados, el pueblo, la salud y educación públicas, pero que también atacan la soberanía”.
Tras lo que resaltó que los actuales, “son momentos importantes no sólo para movilizar, sino para participar, organizar, debatir y tratar de imponer la necesidad urgente de una articulación que tenga como resultante un frente patriótico, popular, latinoamericanista y antiimperialista, para poner freno y derrotar las políticas que emanan desde el Departamento de Estado de EE.UU., al cual tanto Macri como Milei están alineados incondicionalmente”.
Por eso, insistió, “la movilización del 23 significa reafirmar qué papel debe tener el Estado en la educación pública”, al tiempo que “el 1° de mayo nos reafirmaremos en la lucha de clases contra lo peor que está expresando la burguesía en nuestro país y, por eso mismo, el paro del 9 de mayo debe ser contundente contra el DNU y para desarticular todas y cada una de las políticas nefastas que el gobierno impone en los planos internacional y económico”.
Pero asimismo, todo este proceso “debe servir para fijar una clara postura acerca de cuál es el proyecto de país y el tipo de Estado que necesita el pueblo para superar las diferentes crisis a las que nos someten las políticas alienadas al FMI y Estados Unidos, esto es, al mundo capitalista”. Y, sin dudarlo, añadió que de lo que se trata es de “un espacio de gran resistencia en el que los comunistas debemos trabajar intensamente, para surja una articulación que construya bases de poder popular para enfrentar al poder de la burguesía, el poder concentrado y permanente en nuestro país”.