Setecientos operarios enfrentan un futuro incierto. Les adeudan salarios y se discontinuó la entrega de insumos para la producción. Desde el PC santafecino, su titular Norberto Galiotti advirtió que la decisión de la patronal puede responder a “motivos especulativos, porque aparentemente la empresa no trabajaba a pérdida y venía manteniendo una producción estable”.
En los días que corren, setecientos trabajadores de Lácteos Verónica continúan ante un futuro sumamente incierto, porque las plantas que la empresa posee en las localidades santafesinas de Clason, Lehmann y Suardi fueron paradas a raíz de la decisión de la empresa de discontinuar la entrega de insumos que son indispensables para garantizar la producción de leche fluida y en polvo, quesos, mantecas y dulces que se realiza en esas fábricas.
La situación que fue empeorando desde hace varios meses, comenzó a ponerse crítica a principios de mayo cuando los trabajadores se vieron obligados a responder al incumplimiento en el pago de sus salarios, con una medida de fuerza consistente en la retención de tareas. También por esos días la patronal hizo fracasar una negociación que tuvo lugar en las oficinas de la Secretaría de Trabajo ubicadas en Rosario.
“Verónica son plantas que trabajaban bien, una empresa que inclusive exportaba, que en sus últimos ejercicios no dio pérdida y que en las consideraciones de los deudores no tiene riesgo”, señaló el secretario del Partido Comunista de la provincia de Santa Fe, Norberto Champa Galiotti, a la hora de hacer pública la solidaridad del PC con los operarios de esta empresa láctea.
"Aparentemente se está ante una reconversión inducida por la propia empresa, aunque hay que ver si la patronal no está fomentando esto para ir a radicarse en otro lugar donde tengan mejores condiciones, como pasó en el menemato con el caso de Paladini, que emigró a Brasil” evaluó Galiotti.
En este sentido, recordó que las plantas de Clason, Lehmann y Suardi están emplazadas en una de las principales cuencas lácteas que tiene Argentina, por lo que “hay que ver cuál puede ser la conveniencia que puede tener una empresa que está en esas condiciones y que no trabajaba a pérdida y venía manteniendo una producción estable”.
para decidir cerrar, convocar acreedores y dejar en la calle a setecientos trabajadores”.
Lo cierto es que la decisión adoptada en marzo de 2024 por la Presidencia Milei de liberar las importaciones, favoreció el ingreso de lácteos, principalmente desde Uruguay, lo que establece un marco adverso para una industria local caracterizada por empresarios que no dudan en hacer recaer sobre los trabajadores el peso que esta situación provoca.
“Es una política que se continúa, la burguesía tiene política de Estado y cuando hay gobiernos que se basan en la lógica de confiar ‘en la mano invisible del mercado’, como le gustaba decir al gobernador Hermes Binner, aparecen este tipo de resultados”, lamentó el secretario del PC de la provincia de Santa Fe y denunció que “por lo tanto cuando los dueños del mercado especulan o comenten estafas, como fue el caso Vicentin, lejos de salir a apoyar un criterio de justicia estos gobiernos protegen a los empresarios estafadores que vacían empresas sin hacerse cargo de las necesidades del pueblo santafecino que en definitiva es el que produce la riqueza”.