Esta es la propuesta de la Corriente Nacional Agustín Tosco ante la reglamentación de la norma que “es un ataque frontal a los trabajadores y sus organizaciones sindicales que busca destruir de base al modelo sindical”, tal como lo advirtió el responsable Sindical del PC de Córdoba, Rodolfo Leyria.
“Todo lo que es esta reforma, está diseñado en desmedro de los trabajadores y por eso es un ataque frontal a los trabajadores y sus organizaciones sindicales”, denunció desde la CoNaT uno de los responsables sindicales del Partido Comunista de Córdoba, Rodolfo Leyria, al referirse a la reforma laboral impulsada por la Ley Bases, que el jueves pasado reglamentó la Presidencia Milei que, entre otras cosas, habilita una generosa moratoria para evasores laborales, extiende el período de prueba, permite que a los empresarios contratar hasta tres trabajadores sin considerarse empleador, también que despidan operarios que bloqueen o participen en tomas de establecimientos y borra de un plumazo las penas para empresas que tercerizan.
Se trata de los cambios estipulados en el apartado laboral de la Ley Bases que eufemísticamente el ejecutivo nacional denomina “Modernización Laboral”. La mejor definición sobre esta norma la dio uno de sus creadores, el ministro Federico Sturzenegger, cuando no hace mucho durante un almuerzo organizado por la Fundación Mediterránea en el Alvear Palace Hotel del barrio porteño de Recoleta, celebró que meced a esta Ley, ahora los empresarios “van a poder diseñar el sistema de despidos que quieran”.
Queda claro entonces que no se equivoca Leyria cuando dice que la norma “viola artículos constitucionales y destroza todo lo que hay en la Ley de Contrato de Trabajo en defensa del trabajador”. Y, en este sentido, señala que “en el sector estatal, en lo referido a la contratación de trabajadores, se violan muchos convenios colectivos de trabajo”, mientras que en lo inherente al sector privado “hacen un desastre con respecto a la figura de los colaboradores”, ya que “fomentan el fraude laboral porque ahora los empleadores van a poder tener más ‘colaboradores independientes’ que nada tienen de colaboradores, porque no toman decisiones sobre el funcionamiento de la empresa, sino que siguen estando en relación de dependencia pero sin que se les reconozcan derechos laborales previstos en la Ley de Contrato de Trabajo”.
Otros aspectos graves son las terciarizaciones “que son usadas por las empresas grandes para vulnerar derechos de los trabajadores”, que entre otras cosas “no son enmarcados en ningún convenio colectivo de trabajo, muchos suelen ser monotributistas, lo que afecta la capacidad de poder ejercer el derecho de huelga y reclamar”.
Resulta evidente que la flamante ley es un nuevo intento por imponer el precariado como forma vincular entre los universos del trabajo y el capital, para así destruir de raíz la relación que existió entre ambos durante los últimos setenta años en Argentina, que lejos de haber sido producto de alguna concesión, fue la consecuencia de una larga resistencia y la lucha obrera.
“Esto busca destruir de base al modelo sindical, pero también la relación de dependencia que los trabajadores tenemos con las empresas”, advierte el integrante de la CoNaT y puntualiza que la iniciativa es coherente con “un gobierno que responde a los intereses de las multinacionales”, pero también “favorece a este sistema de aplicaciones (APP) que se pretende imponer con el falso argumento de que el trabajador ‘puede ser su propio jefe’”, pero que en realidad “saca a los trabajadores del marco laboral y los deja en un nivel de absoluta precarización en el que ni siquiera pueden acceder a una ART u obra social”, por lo que en la práctica representa “la destrucción total del modelo de trabajo”.
Y en este pustch que emprende contra el universo del trabajo, ayer lunes el gobierno lanzó un disparo que pretende dar por debajo de la línea de flotación de las organizaciones sindicales, cuando publicó una normativa que permite que las empresas que intervienen en el mercado de medicina prepaga, reciban aportes directos que no pasen previamente por las obras sociales.
“Quieren debilitar al sistema solidario de obras sociales, porque ven al sistema de salud sólo como un negocio”, alertó Leyria y recordó que “en la mayoría de los sindicatos se aporta un tres por ciento del salario a las obras sociales sindicales, sin importar si el trabajador tiene uno o diez hijos, tampoco se hace hincapié en discapacidades” y ejemplificó que “a los compañeros que tienen hijos en esa situación, se les cubre el cien por cien de traslados para hacer tratamientos o cuestiones pedagógicas que favorezcan la inserción escolar”.
Y fue claro al recalcar que el gobierno nacional “pretende darles a las prepagas las obras sociales sindicales para convertir esto en un negocio”, por lo que remarcó que “debemos cuidarlas más allá de los negociados puedan haber existido por parte de diferentes burocracias sindicales, porque por encima de eso las obras sociales cumplen un rol social con los compañeros y es esa la razón por la que son atacadas por el gobierno”.
Con este telón de fondo, no quedan dudas de que la clase capitalista que actúa por medio de la Presidencia Milei, acaba de traspasar otra línea roja y que resulta imperioso reunir toda la fuerza que todavía hoy está dispersa, si lo que se quiere es resistir y poder pensar cómo hacer para pasar a la ofensiva.
En este sentido, la experiencia de Córdoba exhibe que ese camino es posible. Ahí las dos CTA y las dos CGT, “hemos logrado avanzar en esa unidad en la acción a la que se refería El Gringo Tosco”, celebra Leyria quien es secretario de Acción Política de la CTA de los Trabajadores de Córdoba y resalta que “conseguimos establecer una agenda y un funcionamiento de las cuatro centrales que nos permite estar al frente en todas las luchas, tanto por la defensa de previsional, como las que libramos por la salud y la educación pública”.
Y, sin dudarlo, destacó que es preciso que “esto se pueda repetir a nivel nacional”, ya que “lo único que puede salvarnos en esta instancia, es la unidad en la acción como la que hemos logrado en Córdoba con las cuatro centrales, pero también con los estudiantes, jubilados y los trabajadores que de la economía popular”.