La ministra de Capital Humano, a cargo de la cartera de Educación, habilitó una línea telefónica para denunciar supuestos casos de “adoctrinamiento” en las escuelas bajo su jurisdicción. La medida fue repudiada por Ctera y desde La Violeta.
La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) hizo público su enérgico repudio a la campaña impulsada por el Ministerio de Capital Humano que preside Sandra Petovello que, esta semana, habilitó una línea telefónica para denunciar supuestos casos de “adoctrinamiento” en las escuelas bajo su jurisdicción, ya que con la llegada de Javier Milei a la Presidencia, esa cartera absorbió al degradado Ministerio de Educación.
“Esta medida no sólo constituye un intento de persecución ideológica y amedrentamiento hacia las y los trabajadores de la educación, sino que atenta contra la libertad de cátedra, la pluralidad pedagógica y el rol fundamental de la escuela como espacio de pensamiento crítico, democrático y participativo”, advirtió la Ctera, al tiempo que alertó que “este tipo de iniciativas promueven la vigilancia y la censura, recordando prácticas oscuras de nuestra historia que nada tienen que ver con una educación en democracia y respeto a los derechos humanos”.
Por lo que “ratificamos nuestro compromiso con una escuela pública, inclusiva, emancipadora y democrática”, al tiempo que “rechazamos cualquier intento de instalar el miedo, el control autoritario y el silenciamiento de voces en el ámbito educativo”, ya que “la escuela no es un campo de batalla ideológico: es un lugar de construcción colectiva, de pensamiento crítico”.
El lunes pasado fue el lanzamiento de esta reedición de la 0800-Buchón que oportunamente lanzó el gobierno encabezado por Mauricio Macri en su intento de que en las escuelas no se hable sobre el caso de Santiago Maldonado. Lo hizo la ministra Pettovello y desde la cartera a su cargo se sostuvo que “el adoctrinamiento político-partidario en el ámbito educativo es una vulneración de derechos”, ya que “la educación debe respetar la libertad de conciencia de los alumnos, los padres y docentes”, pese a lo que no se privó de aseverar que “el kirchnerismo y sus segundas marcas siguen usando la educación pública para lavar cerebros”.
Al respecto, desde La Violeta de la provincia de Buenos Aires, César Zubelet, cuestionó la decisión gubernamental. “Petovello nos tiene acostumbrados a este tipo de cosas”, sostuvo y recordó que “se trata de la misma ministra que dejó sin víveres a comedores y merenderos populares, donde se ven obligados a concurrir miles de pibes y pibas, que son empujados a la miseria por el gobierno que ella integra”. A la vez, hizo hincapié en que “hablar sobre nuestra historia, permitir que los alumnos conozcan la realidad de lo sucedido y saquen sus propias conclusiones, nada tiene que ver con adoctrinamientos que sí se producen con decisiones como la de llenar al canal estatal Paka Paka con la animación Tuttle Twins, que es un emblema del adoctrinamiento cultural de la ultraderecha estadounidense y que se usó para reemplazar a la producción nacional”.
En tal dirección, puntualizó que resulta preciso garantizar que los establecimientos educativos “puedan seguir siendo un ámbito vivo por el que circulen ideas, debates y opiniones que enriquezcan la formación de nuestras futuras generaciones”.