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Mié, May
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Política
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Una delegación del Partido Comunista estuvo el sábado pasado en el microestadio de Ferro para cuestionar al Poder Judicial y rechazar el lawfare, pero sobre todo con una agenda de clara mirada antiimperialista.

Una delegación del Partido Comunista se hizo presente el sábado pasado en el microestadio del Club Ferrocarril Oeste, para participar en el Plenario de la Militancia que convocó el kirchnerismo de la Ciudad de Buenos Aires, en el que se emitió un contundente mensaje de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner y el pedido de que sea precandidata de cara a las Presidenciales de octubre.

Durante el acto se dirigieron a los presentes los legisladores Mariano Recalde y Paula Penacca, mientras que el cierre estuvo a cargo de Máximo Kirchner quien no se privó de apuntar sus dardos contra Alberto Fernández quien en el mensaje que difundió el viernes para anunciar que no iba a postularse para la reelección dijo, ente otras cosas, que “ahora la birome la tienen los militantes”.

Al respecto, el diputado Kirchner recalcó que “la birome siempre la han tenido los militantes y las militantes”, tras lo que aludió al fallo del Tribunal Oral Federal 2 que condena a inhabilitación perpetua a Cristina Fernández, cuando sostuvo que “el problema es que queremos escribir un nombre y el Poder Judicial quiere borrar ese nombre”. Y pidió que el próximo jueves “se acerquen a acompañar a Cristina” en el acto que  -según se espera- la tenga como oradora en el Teatro Argentino de La Plata, y que está convocado para recordar los veinte años de las elecciones que llevaron a Néstor Kirchner a la Presidencia.

Pero también se refirió a la Ciudad, al señalar que “en pocos meses va a tener la capacidad de ofrecer una opción superadora a estos 16 años de gobierno de la misma fuerza política” y definió que “si en las provincias hubiera un poder como el de acá se hablaría de feudo”, ya que “con una mano el jefe de Gobierno maneja el Poder Judicial y con la otra a los dos diarios más importantes”.

Así las cosas, la delegación del PC se sumó al acto “porque el espacio que se reunió es parte del campo popular que plantea algunas discusiones, debates y contradicciones que enfrentan a algunos de los sectores centrales del bloque de poder que actúa en Argentina”, tal como lo señaló el integrante del Secretariado del PC de la Ciudad, Laureano Ponce.

En este sentido recordó que se trata de un espacio que “cuestiona a la Corte Suprema y el Poder Judicial que como parte del poder permanente, es uno de los arietes con los que actúa la embajada yanqui” y puntualizó que también el PC participó para reafirmar su repudio a “la proscripción y la persecución judicial que sufre la vicepresidenta”.

Ponce indicó que el Partido planteó esto, “extendiéndolo a la exigencia de libertad para los presos políticos” y mencionó puntualmente a Amado Boudou “que fue el primer proscripto en todo este proceso de persecución judicial contra los sectores populares”.

 

Para hablar claro

 

Queda claro que algo se está moviendo en la Ciudad, pero asimismo que se vuelve precisa la construcción de una hoja de ruta diseñada desde una mirada de clase. “Es necesario plantearse una agenda del campo popular de cara a lo que se viene, porque no es cuestión sólo de decir si se está o no con Cristina, sino para qué y en función de qué”, advirtió Ponce y añadió que “no hay futuro para los sectores populares si no hay un rechazo contundente del acuerdo con el FMI y de lo que significa el cogobierno con el Fondo en Argentina”.

Es evidente que el ambiente de debate que fomenta un año electoral, puede presentarse como propicio para poner sobre la mesa un profundo cuestionamiento del acuerdo con el FMI y para exponer cuáles son sus consecuencias, pero asimismo para instalar una agenda que de cara a las Presidenciales debe tener que ver con la coyuntura y lo táctico, pero también con una necesaria mirada estratégica.

“Hay dos elementos que sintetizan la agenda que planteamos tanto para el corto como para el largo plazo en Argentina”, resaltó Ponce y dijo que esto tiene que ver con soberanía y poder popular “que son cuestiones válidas para el hoy y ahora, pero que a su vez están articuladas con los estratégico”.

Y, en esta dirección, sostuvo que “si hablamos de soberanía, no podemos aceptar el cogobierno con el FMI ni que haya casi un acuerdo tácito entre las fuerzas políticas del sistema en que el futuro del país está en base al litio, Vaca Muerta y el campo desde una mirada extractivista, reprimarizadora y meramente exportadora”.

Por eso, insistió, “tenemos que pensar Vaca Muerta sí, pero que primero haya gas para todos los argentinos y después pensemos en la exportación y el mercado exterior”. Y, entonces, “todas estas cuestiones que ya se discuten, pero que también son de largo plazo, hay que pensarlas desde una mirada que priorice la soberanía y el antiimperialismo”, de ahí que “se conjuga lo táctico y lo estratégico”.

Pero asimismo “hay cosas puntuales que hacen a las necesidades inmediatas de la clase trabajadora, al tiempo que abren la discusión de cara a un futuro mediato y de largo plazo como es el reclamo de la suma fija urgente para todos los trabajadores” que como se recordará, la CTA pide que sea de sesenta mil pesos.

“Es necesaria una recomposición de ingresos sin que esto implique negar la paritaria”, remarcó y también hizo hincapié en que “hay que comenzar a discutir la reducción de la jornada laboral”, ya que “en un marco donde la productividad ha saltado en términos históricos y recientes, este salto ha sido apropiado por el capital y los trabajadores han perdido en el corto y en el largo plazo”.

En este sentido, Ponce lamentó que durante el actual gobierno no se recuperara el poder adquisitivo del salario que cercenó la Presidencia Macri. “Por eso hay que discutir la cuestión salarial y cuántas horas se trabaja”, ya que “esta es la gran disputa contra el capital, porque si el capital está en una etapa de su crisis en la que destruye empleo, no podemos seguir pensando en el empleo en el marco de las ocho horas que reivindicaron los Mártires de Chicago, porque si el capital no genera empleo, tenemos que obligarlo disputando cuánto se trabaja”.

Y aclaró que es preciso “plantear todo esto cuando pensamos la agenda”, pero recalcó que hay que hacerlo “desde un punto de vista antiimperialista que es el hilo conductor de todas estas discusiones, porque cuando se pelea contra la Corte se lo está haciendo contra uno de los elementos que representa al poder del imperialismo en el país y si discutimos el enfoque sobre el litio y Vaca Muerta, y nos preguntamos por qué se proscribe a algunos referentes de la política, encontramos estos datos que atan lo estratégico con lo táctico”.