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Dom, Abr
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Política
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Con esta consigna, el Partido Comunista de Córdoba, llevó a cabo una actividad a 49 años del asalto perpetrado contra su sede y honró la memoria de Tita Hidalgo.

El Partido Comunista de Córdoba llevó a cabo una actividad a 49 años del asalto que fuera perpetrado contra su sede en un contexto de la situación que se generó a partir del golpe policial que encabezó Antonio Navarro, que acabó con el gobierno constitucional que encabezaban Ricardo Obregón Cano y Atilio López el miércoles 27 de febrero de 1974.

El 9 de octubre de ese año, un comando de la Triple A irrumpió violentamente en el local del PC de Córdoba, torturando y deteniendo ilegalmente a más de cuarenta militantes que se encontraban reunidos en el lugar. Producto de las torturas que recibió, diez días después, falleció Tita Hidalgo. Y durante la misma jornada, fuerzas represivas también allanaron los locales de los sindicatos Luz y Fuerza, Smata, así como el del Partido Socialista de los Trabajadores.

Por eso el miércoles pasado tuvo lugar una actividad que fue convocada con la consigna “basta de negacionismo”, en la que se presentó un panel integrado por el abogado integrante de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, Julio Martínez, el secretario del Partido Comunista de Córdoba, Federico Nanzer, y Florencia Dahbar quien además de integrar las filas partidarias es candidata a diputada Nacional por Unión por la Patria.

En este contexto, Martínez presentó un exhaustivo informe sobre el estado actual de la causa en la que el Partido es querellante, en la que cerca de cuarenta ex policías están siendo imputados, mientras que Nanzer se advirtió que lo que pasó el 9 de octubre de 1974, pone en negro sobre blanco aquello “que fue capaz de hacer la ultraderecha”, al tiempo que señala “el peligro que supondría que hoy llegaran nuevamente al poder”.

Por lo que, el titular del PC de Córdoba no dudó cuando hizo hincapié en que, “ante esto, el rol de los comunistas en esta etapa es apoyar la fórmula presidencial que integran Sergio Massa y Agustín Rossi”.

Después, en su turno, Florencia Dahbar, destacó que es preciso “combatir el discurso negacionista y procesista, para desplazar a la ultraderecha liberal que pretende llegar al gobierno”. Por lo que fue contundente cuando recalcó que “estamos convencidos de que la democracia se construye sobre los pilares de la memoria, la verdad y la justicia”, por lo que “instamos a todos a asegurar el triunfo de Unión por la Patria este 22 de octubre”.

En esta causa, el PC es querellante desde que fue aceptado como tal durante febrero de 2007. Ahí se establece que alrededor de la hora 19 del 10 de octubre de 1974, policías y una patota integrada por civiles, voló la cerradura de la puerta de acceso y entró por la fuerza en el local ubicado en calle Obispo Trejo disparando ráfagas de armas de guerra entre las que hubo Itakas, metralletas y pistolas 45.

Después redujeron a los militantes del PC, arrojándolos al suelo al tiempo que disparaban sobre sus cabezas y los pisaban golpeándolos con las culatas de sus armas. “Bolches hijos de puta, los vamos a matar a todos”, son algunas de las amenazas que proferían tal como coincidieron en relatar varios testigos.

Tras lo que fueron separando a diferentes personas para torturarlas y perpetrar simulacros de fusilamiento contra pequeños grupos que iban sacando al patio. A las mujeres las llevaban a otras salas. Una de ellas fue Tita Hidalgo, militante comunista de sólo treinta años. Desde el primer momento, el PC dejó en claro las responsabilidades que en este crimen tuvo el entonces interventor federal de la provincia, el brigadier Oscar Lacabanne, y su jefe de policía, Héctor García Rey. “Aquí está la punta del ovillo para descubrir quiénes son las Tres A”, denunció el Partido.