En nuestro país, Víctor Kot participó de un acto en la Embajada de la RPCh. En Beijín se publicó el libro blanco, titulado “La defensa nacional de China en la nueva era”.
La República Popular China (RPCh) viene celebrando diferentes actividades de cara al 92 aniversario de la Fundación del Ejército Popular de Liberación, que tendrá lugar el 1º de agosto.
En nuestro país, la sede diplomática de la RPCh, fue el escenario de un encuentro en el que participó el coronel mayor del Ejército Popular, LiuChang, quien recibió el saludo fraternal del Partido Comunista Argentino, de manos de una delegación encabezada por su titular, Víctor Kot.
Vale recordar que la fundación del Ejército Popular de Liberación, se remonta a la Revuelta de Nanchang, episodio en el que –el 1º de agosto de 1927- tuvo lugar el primer choque importante entre las fuerzas del Partido Comunista de China y el Kuomintang.
Este año, en coincidencia con el aniversario, la Oficina de Información del Consejo de Estado, publicó el libro blanco, titulado “La defensa nacional de China en la nueva era”, en el que destaca que la República Popular nunca buscará la hegemonía, la expansión o las esferas de influencia.
Ahí recalca que este país “siempre ha amado la paz” y recuerda que la RPCh nunca inició una guerra o conflicto, al tiempo que está comprometida con la promoción de la paz global, por lo que –de forma voluntaria- recortó más de cuatro millones de efectivos del Ejército Popular de Liberación.
“No fue a través de recibir limosnas ni involucrarse en la expansión militar o el saqueo colonial que China logró convertirse en la segunda mayor economía del mundo, sino con el arduo trabajo de su pueblo y los esfuerzos por mantener la paz” puntualiza el texto.
También insiste en que Beijín rechaza cualquier tipo de agresión e intento expansionista, al tiempo que se opone al uso o amenaza del uso de las armas de manera arbitraria.
Autodefensa
China sigue comprometida con “una estrategia nuclear de autodefensa” que persigue el objetivo de mantener la seguridad estratégica nacional, por medio de la disuasión de uso o de amenaza de uso de armas nucleares en su contra.
Así lo señala el texto que sintetiza el camino de reformas militares lideradas por el Partido Comunista Chino y el presidente Xi Jinping, durante los últimos cuatro años.
Este programa tiende a lograr que el Ejército Popular complete su salto hacia adelante en 2015, lo que lo terminaría de convertir en “una fuerza de clase mundial para mediados del siglo 21”.
Esto es acorde a una estrategia que pretende que, para ese año, la República Popular se transforme en potencia geoecónomica, geopolítica y geoestratégica global, al que –por ahora- sólo ostenta EE.UU.
También se aclara en este documento que la República Popular sostiene su compromiso de “no usar primero las armas nucleares en ningún caso y bajo ninguna circunstancia”, así como de no utilizar este tipo de armamento “contra estados sin armas nucleares o zonas libres de armas nucleares sin ningunas condiciones”.
El libro blanco es claro cuando destaca que el desarrollo de la defensa nacional de la República Popular busca satisfacer sus legítimas necesidades de seguridad, pero también “contribuir al crecimiento de las fuerzas pacíficas del mundo”.
Y resalta que “la historia ha demostrado y seguirá demostrando que China jamás seguirá el camino trillado de las grandes potencias en la búsqueda de la hegemonía” tras lo que advierte que, sin importar la forma en que se desarrolle, la RPCh “nunca amenazará a nadie ni buscará ninguna esfera de influencia”.
