La detención de Fernando Camacho, líder de la derecha de Santa Cruz de la Sierra, por promover el separatismo y ser uno responsables del golpe de Estado de 2019, hizo crecer la escalada de violencia que viene teniendo epicentro en esa región.
“La derecha cruceña está en ofensiva y busca cambiar los métodos de presión y movilización”, alertó el militante del Frente Revolucionario Comuna (FRC), Tupaj García, al referirse a las acciones desestabilizadoras que tienen lugar en el departamento de Santa Cruz, que se desataron tras la detención del gobernador Luis Fernando Camacho, el pasado 28 de diciembre.
El pasado miércoles, en ese departamento, el presidente del Comité Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, declaró el “estado movilizado de emergencia ciudadana”, lo que incluye bloqueos de todas las vías que conectan el territorio cruceño con el resto de Bolivia, así como acciones de “desobediencia civil” que buscan cortar el flujo de recursos recaudados en este departamento, hacia el gobierno central.
Desde hace varias semanas los diferentes actores de la derecha cruceña, vienen perpetrando acciones golpistas y secesionistas, algo que se profundizó a partir de que en diciembre pasado y por orden la Fiscalía a cargo de Omar Mejillones, el gobernador de Santa Cruz fue procesado y detenido.
Cabe recordar que a Camacho se le imputa responsabilidad penal por la comisión de los hechos de violencia que derivaron en el golpe de Estado de 2019 y la posterior toma del gobierno por parte de Jeanine Áñez, pero también por los asesinatos cometidos en las masacres de Sacaba y Senkata.
Por esto Camacho se encuentra alojado en la cárcel de Chochocoro, acusado de los delitos de terrorismo, sedición y conspiración en la causa judicial denominada Golpe de Estado I que investiga el papel que desempeñó el actual gobernador cruceño, su padre José Luis Camacho, Áñez, el ex comandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman, el ex comandante de la Policía, Yuri Calderón, entre otros.
Camacho es abogado, tiene 43 años y desde fines de 2019 encabeza el Comité Cívico Pro Santa Cruz, que es la herramienta política desde donde compitió por la Presidencia de Bolivia y, finalmente, logró ganar la gobernación de Santa Cruz que es el departamento que más aporta al PBI del país, pero también es aquel donde con más crudeza predominan el racismo, el clasismo y la discriminación contra los pueblos indígenas.
Contexto peligroso
En este contexto, desde el FRC, García fue claro al calificar a la detención de Camacho como un “hecho histórico” ya que, recordó, “jamás se había detenido a un referente de la derecha oligárquica de Santa Cruz”.
Asimismo, respaldó la acción llevada a cabo por el gobierno de Luis Arce y destacó que, “ante los constantes ataques de Santa Cruz, era una medida impensada para nosotros y para ellos sobre todo”.
Las violentas protestas que desde Santa Cruz buscan desestabilizar al gobierno que encabeza Arce no son algo nuevo. La escalada aumentó exponencialmente con secuestros y torturas a funcionarios públicos, personas ligadas al MAS, líderes barriales y sindicalistas sobre quienes también se desató una persecución que alcanza a sus familias lo que constituye un escenario que, advirtió García, “constituyen prácticas que no se veían desde la dictadura que se instaló en Bolivia durante la década de 1970”.
Un caso emblemático es el del abogado Jorge Tellería, quien fue secuestrado y torturado por un comando ultraderechista que lo abordó en plena calle, a muy pocos metros de las oficinas centrales de Impuestos de la ciudad de Santa Cruz.
Quienes perpetraron este delito terrorista, atraparon a Tellería y lo llevaron amordazado hasta una quinta donde fue golpeado y quemado en sus brazos con cigarrillos, al tiempo que para que evitar que pudiera huir le realizaron cortes en la planta de los pies. La información que querían arrancarle sus captores, tenía que ver con claves de ingreso al sistema de Impuestos Nacionales Bolivianos.
“La sedición cruceña ha cruzado los limites cuando ya se habla de expulsar al Estado injerencista de Bolivia de lo que ellos llaman ‘territorio libre y soberano de Santa Cruz’”, destacó García y sostuvo que esto se reflejó en acciones como las tomas violentas de las sedes de instituciones estatales y la quema de un agencia del Banco Unión que es el equivalente boliviano del Banco Nación, pero también en el atraque e incendio de la sede del Comando Departamental de la Policía de Santa Cruz.
Así las cosas, el militante del FRC, dejó en claro que la posibilidad de que se sostenga la detención de Camacho y se avance en el juicio que debe sentarlo en el banquillo de los acusados, “va a depender del grado de incidencia y del control político que pueda tener el gobierno sobre el Poder Judicial, algo que es escaso ya que el Poder Judicial responde a la derecha”.
Pero, pese a esto, resaltó que la detención del golpista cruceño “ha sido bien vista por buena parte de la población de Bolivia”, ya que “gran parte del pueblo está convencido de que Camacho tiene que rendir cuentas por lo que pasó en el golpe Estado y en está alerta y en estado de movilización para que no salga libre”.