Así lo advierte desde La Habana el periodista, politólogo y analista internacional, Tony López, ante la convocatoria que para hoy hizo la oposición avalada por Washington, a una marcha en Caracas.
Los peripatéticos aristotélicos decían que en política no se puede ser ingenuo, ni subestimar al enemigo. La “intervención humanitaria o de paz” está en marcha y tomando fuerza externa, no dudo de la gran potencia revolucionaria que hay en el pueblo bolivariano, del liderazgo de Nicolás Maduro, de la unidad y fortaleza del poder revolucionario cívico-militar, tampoco tengo duda que toda esta farsa será desenmascarada y ojalá que no se atrevan a intervenir militarmente porque la respuesta del pueblo venezolano será contundente y victoriosa, mientras que el costo político y militar para Estado Unidos y quienes acompañen esta aventura tendrán graves consecuencias políticas y militares al interior de sus países. MisterTrump: Remember Girón.
El Plan desestabilizador, las manipulaciones y las campañas mediáticas dirigidas por el Cartel mafioso de los medios, trabaja sobre el pensamiento y la idea de que el gobierno de Nicolás Maduro es ilegítimo y producto de un fraude y esa matriz de opinión, nos guste o no, se ha venido sembrando en el pensamiento de la opinión pública de nuestra región y no ha sido de hoy, no, desde hace mucho tiempo y coordinadamente entre los medios de la región, se ha venido conformando la idea del fraude, diseñada y ejecutada por el llamado Plan Maestro, del Comando Sur.
Poco o nada se explicaba por el chavismo sobre la legitimidad del evento electoral y poca desmentida a la sucia campaña, ni los amigos y aliados de la Revolución Bolivariana en el exterior jugaron ese papel, también muy prudentes desde el interior de Venezuela, todo no podía recaer en las denuncias del Presidente, el movimiento social y político bolivariano y aliado, debió ser más agresivo contra las acciones desestabilizadoras y terroristas de la oposición agrupada en la MUD con el fin de crear descontento que era el objetivo del Plan Maestro y que daba pie a lo que ahora se está montando contra la legitimidad del Presidente y su Gobierno.
El desacato, y la violación de la Constitución constituían delitos de los directivos de la Asamblea Nacional y no se actuaba con firmeza contra ellos, ni se disolvía ese parlamento comprometido con las orientaciones que recibía de la embajada estadounidense, más bien se actuó con tolerancia, tal vez con el sano criterio de dar más importancia a la reconciliación y a la paz, pero sin tener en cuenta que al enemigo de clase, no se le pueden hacer concesiones de principios.
Con una Asamblea Nacional Constituyente, institución suprema del Estado de Derecho y legitimada con una votación de más de 9 millones de votos, hay suficiente legalidad democrática para proponer disolver la Asamblea Nacional y actuar contra los directivos de dicha institución que operaban fuera y en contra de la Constitución, al ponerse al servicio de una potencia extranjera, por lo que pudieran ser acusados de traición a la Patria.
La conducta traidora del diputado Julio Borge en República Dominicana, es una demostración fehaciente de cómo actúa ese enemigo de clase, cuando hipócritamente estaba al frente de la delegación de la MUD en los diálogos con delegados del gobierno venezolano en República Dominicana, para lograr la conciliación y la paz, y se había llegado a consenso y solo se aprestaban a firmar el documento, Borges recibió la llamada del embajador de Estados Unidos en Bogotá y abandonó Santo Domingo, dejando perplejos a todos los participantes incluyendo al canciller Dominicano y a su Presidente.
Era obvio, Estados Unidos había decidido intervenir en Venezuela y consideraba que la firma de un documento de entendimiento y reconciliación entre oposición y gobierno chavista, obstaculizaba el Plan que ellos venían poniendo en práctica para derrocar al gobierno venezolano, es por eso que mandatan al embajador gringo en Colombia para que le pida a Borges, que abandone las conversaciones y la firma. La Asamblea Nacional tenía que mantenerse en desacato y sin reconocer al gobierno de Maduro, Borges obedeció la orden de sus patrones gringos.
Y es exactamente lo que están haciendo, desconocer al gobierno chavista porque forma parte del Plan intervencionista que hoy está desarrollando Estados Unidos contra la democracia en Venezuela, y esa campaña de que Nicolás Maduro no es el presidente legítimo por fraudulento y que el presidente legítimo de Venezuela es Juan Guaidó, idea que están sembrando en la opinión pública, para buscar respaldo popular a esta horrorosa y peligrosa operación política-militar que puede llevar a una guerra civil de consecuencias imprevisibles para nuestro continente.
Ese papel desinformativo es el que está realizando Wikipedia, afirmando que Guiadó es el presidente legítimo de Venezuela y repetido en todos los medios radiales, televisivos y escritos en manos de la derecha. Y las redes sociales en su gran mayoría caen en brazos de la mentira y ya lo acuñan como un hecho a nivel mundial. El método nazi-fascista goebeliano, de que al repetir las mentiras se convierten en verdades, es real y hay que tomarlo en cuenta. No olvidar que Wikipedia no responde a un esquema de información imparcial y libre, sino a los intereses políticos del sistema y especialmente a Estados Unidos.
Mientras los países del Grupo de Lima, al menos 11 de los 14 miembros reconocen al presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, como Presidente de Venezuela, así lo afirman públicamente el presidente argentino Mauricio Macri, en Brasilia, en la reunión bilateral que sostuvo con el capitán presidente Jair Bolsonaro. Mientras que Paraguay rompe relaciones diplomáticas con Venezuela y claramente si estos 11 países latinoamericanos y Estados Unidos, reconocen a Guaidó como Presidente, de hecho esto representa en la práctica, una ruptura de relaciones, el gobierno del presidente Maduro puede expulsar de Venezuela a todos estos embajadores y retirar sus diplomáticos acreditados en dichos países.
La escalada y dar reconocimiento político diplomático al diputado Guaidó, cuya investidura legislativa está cuestionada por formar parte de una Asamblea Nacional declarada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en desacato y por tanto violar la Constitución y en su caso prestarse y ponerse al servicio de una potencia extranjera, para derrocar al Gobierno legítimamente constituido, luego de ganar las elecciones el pasado 20 de mayo del 2018, por tanto puede ser acusado de traidor a la patria.
La contrarrevolución venezolana ha anunciado que todo se decidirá el próximo 23 de enero, fecha emblemática e histórica para el pueblo venezolano, pues ese día se produjo el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, habrá que ver que reacción tendrá el pueblo venezolano y el aguerrido y famoso barrio 23 de enero, el mismo que se tomó Caracas e hizo que regresaran a Hugo Chávez a la Presidencia, cuando algunos de los que hoy forman parte de este complot, habían secuestrado al presidente Hugo Chávez.
Esos miembros de la Asamblea Nacional hoy declarados en desacato, son los culpables de las grandes penurias, miseria, abandono de su pueblo y que formaron parte de los gobiernos corruptos de aquella IV República.