Con un fuerte rechazo a la intervención estadounidense y europea en Venezuela, se llevó a cabo la reunión en El Salvador. En el marco del VI encuentro de partidos Comunistas de Centro América y México, realizado en El Salvador, con el propósito de intercambiar información sobre la situación de la lucha de clases en la región y coordinar acciones para el fortalecimiento de estas fuerzas, los partidos convocados rechazaron y condenaron “el proceso de injerencia imperialista contra los pueblos, especialmente al pueblo venezolano”.
En este sentido, por medio de una declaración advirtieron que la “agresión que promueve y financia el intento de golpe de estado, la autoproclamación de Juan Gerardo Guaidó como ‘presidente encargado’ la agregación económica, la injerencia militar, el robo de los activos, violando la soberanía y la auto determinación del pueblo venezolano”.
Por eso, hicieron público su “apoyo incondicional y solidaridad al pueblo y a la clase trabajadora de Venezuela, que resiste al intervencionismo imperialista (estadounidense y la Unión Europea) y a los gobiernos subordinados al imperialismo, como el caso del Grupo de Lima”.
Tras lo que exigieron “respeto al proceso bolivariano, a su gobierno electo por voluntad popular y a su autodeterminación, asediados por la administración del gobierno los Estados Unidos y la Unión Europea”.
Al tiempo que expresaron su solidaridad con el Partido Comunista de Venezuela y las fuerzas anti-imperialistas “que se encuentran en primera línea de lucha en defensa de la soberanía” y condenaron “la política de agresión contra el pueblo de Nicaragua por parte del gobierno de los Estados Unidos, que utiliza la misma estrategia que se ha puesto en práctica en Venezuela para derrocar al gobierno. Respaldamos toda iniciativa orientada a dar una solución política al conflicto sin ningún tipo de injerencia imperialista”.
Asimismo, reiteraron su solidaridad con la revolución cubana “que continúa siendo saboteada por el bloqueo económico, la amenaza e injerencia imperialista”.
También alertaron que “la agresión imperialista en nuestros días son precedidas por campañas que enfatizan las noticias falsas y deforman la verdad. En ese sentido, los medios de comunicación pro-imperialistas contribuyen a la criminalización de las expresiones comunistas, obreras, revolucionarias, progresistas y la protesta del pueblo trabajador”.
Y denunciaron “el papel de las ONG serviles al imperialismo, que son utilizadas para canalizar fondos que atentan contra la autodeterminación de los pueblos”, así como “la política anti-inmigrante y xenofóbica de los gobiernos de Estados Unidos y México. Asimismo, condenamos la doble moral de dichos países que criminalizan la migración y, almismo tiempo, se aprovechan de la fuerza de trabajo migrante, precarizando sus condiciones de vida”.
Los firmantes de la declaración hicieron hincapié en que “confrontamos la política agresiva del capital contra la clase trabajadora, el campesinado, los pueblos originarios, las mujeres, y de la juventud, que deteriora sus condiciones de vida”.
Tras lo que recalcaron que “frente a los límites históricos del capitalismo, la alternativa viable es el socialismo como fase primaria del comunismo. Es esperanzador, que en toda la región, se venga dando, a pesar de las dificultades, un proceso de reorganización de los partidos comunistas, reivindicando su carácter marxista-leninista, de clase e internacionalista”.
Y añadieron que “nuestros partidos han valorado que a casi dos décadas del progresismo en América Latina, este solamente continuó administrando el modo de producción capitalista, por lo que no solucionaron las problemáticas que enfrenta el pueblo trabajador”.
En este encuentro participaron los PC de México y Honduras, así como el Partido Guatemalteco del Trabajo y el Partido Vanguardia Popular.