Durante el fin de semana, en 308 ciudades brasileras y en 18 de otros países, se llevaron a cabo marchas y actos para pedir que el presidente de Brasil sea sometido a juicio político.
Más de 320 actos y movilizaciones se llevaron a cabo durante el fin de semana, en 308 ciudades de Brasil y en 18 de otros países convocadas por organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles y partidos políticos, junto a los Frentes Popular Brasil y Pueblo Sin Miedo, para pedir juicio político a Jair Bolsonaro, pero también para protestar contra la privatización del patrimonio público, el aumento de las tarifas de energía eléctrica y gas, así como contra el creciente desempleo y la política sanitaria implementan da por el Gobierno en el contexto de la pandemia.
Fue la sexta jornada realizada bajo esta convocatoria y tuvo entre sus protagonistas a la militancia del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), cuya presidenta, Luciana Santos, participó de la movilización que tuvo lugar en São Paulo.
“Aquí estamos con un corazón rojo, pero con una bandera verde y amarilla, porque esta bandera es nuestra, Brasil es nuestro, junto a todos los que defienden un proyecto de nación”, recalcó y fue clara al denunciar “esta catástrofe que es este gobierno de Bolsonaro, que además de cometer un delito contra el país porque entrega la herencia brasileña, también le quita derechos a los trabajadores, como nunca antes en la historia de este Brasil”.
Por otra parte, recordó a las víctimas de Covid-19 y fustigó la gestión que Bolsonaro hizo de la pandemia. “Esta movilización es contra la pérdida de seiscientas mil vidas en este país y para decir que el gobierno de Bolsonaro no solo es incompetente y ahora está plagado de acusaciones de corrupción en torno a la vacuna”.
Y sin dudarlo hizo hincapié en que “estamos cada vez más cerca, a derrotar al gobierno de Bolsonaro, de desenmascararlo, aislarlo y derrotarlo y para eso necesitamos construir un frente amplio y ganar las calles”.
Por su parte, el titular de la bancada de Diputados del PCdoB, Renildo Calheiros (PCdoB), denunció que “Bolsonaro está destruyendo Brasil, hundiendo al país con el regreso de la inflación, con la hambruna y los altos precios”, por lo que es preciso “cambiar el rumbo que está tomando Brasil” que, destacó, “es un país muy rico, pero muy desigual y con mucha injusticia social”.
Por lo que instó a “devolverle la esperanza a Brasil, construyendo la posibilidad de que la gente tenga una vida mejor, con dignidad y con distribución de ingresos”.