El presidente de Francia desconoce el resultado electoral y no acepta la nominación del Nuevo Frente Popular para formar Gobierno. "Defenderemos lo obtenido en las urnas con la movilización social”, advirtió el titular del PCF, Fabien Roussel.
"Ante el golpe antidemocrático, ha llegado el momento de la acción popular", enfatizó el Partido Comunista Francés (PCF) al salir al cruce de la decisión del presidente, Emmanuel Macron, de rechazar el nombramiento de Lucie Castets como primera ministra de un nuevo gobierno que debe encabezar el Nuevo Frente Popular por ser la coalición que quedó primera en las elecciones legislativas que se celebraron el 30 de junio y en la segunda vuelta del 7 de julio.
Como se recordara esta coalición que integran, entre otros, el PCF, La Francia Insumisa, el Partido Socialista y Los Ecologistas se impuso en la primera vuelta, algo que ratificó en el balotaje lo que le valió para quedar con 182 de las 577 bancas de la Asamblea Nacional y 98 en el Senado, lo que la convierte en la primera minoría que, por lo tanto, debería tener la responsabilidad de formar Gobierno y para eso postuló a la socialista Lucie Castets (en la foto junto a Fabien Roussel).
Pero el presidente Macron no tiene la misma idea y, alegando que la nominación de Lucie Castets como primera ministra constituye "una amenaza a la estabilidad institucional", vuelve a dar una cabreola hacia la derecha y "no acepta el veredicto de las urnas ni ningún cambio de política", en lo que tal como lo advierte el PCF "es un golpe antidemocrático inaceptable y lleno de peligros para la República".
Cabe recordar que además de conseguir amalgamar a una composición plural y diversa que va desde el centro hacia la izquierda, el Nuevo Frente Popular logró movilizar a un sujeto social amplio en el que se destaca un importante protagonismo juvenil, que ganó las calles y en las urnas ante el peligro que significaba un eventual triunfo de la fuerza de extrema derecha, Agrupación Nacional, que lidera Marine Le Pen.
"El partido presidencial, la derecha republicana y la Agrupación Nacional han pactado para satisfacer a los mercados financieros y continuar con la política de ajuste aplicada desde hace más de siete años por el gobierno", denunció el PCF ante la determinación de Macron, pero fue claro al señalar su decisión de "continuar la lucha por las medidas esperadas por los franceses, empezando por la derogación de la reforma previsional, el aumento de salarios y pensiones, la mejora de las condiciones laborales y nuevos derechos para los trabajadores", así como "la reindustrialización, el desarrollo del empleo y de los servicios públicos".
Y de cara al nuevo "llamado a consultas" que anticipó el presidente Macron tras rechazar la nominación de Lucie Castets, anticipó que el PCF no va a participar en esas rondas con las que el mandatario "pretende justificar su golpe y legitimar una decisión ya adoptada". Por lo que convocó a la movilización de las fuerzas del Nuevo Frente Popular "y de todas las que comparten que para enfrentar la emergencia social y democrática que vive Francia, es preciso atender las demandas de cambio que se expresaron durante las elecciones".
Puntualmente, el secretario Nacional del PCF, Fabien Roussel, apuntó sus dardos contra Macron cuando comparó la actitud del presidente de Francia con la que tuvo Donald Trump cuando, en 2021, cuestionó el resultado de las elecciones y fomentó la actitud de sus seguidores de extrema derecha que el 6 de enero invadieron el Capitolio. “¿En qué otra democracia occidental se violan las urnas hasta este punto, aparte de EE.UU., donde el señor Trump impugnó los resultados electorales y envió a sus partidarios a invadir el Capitolio?”, reflexionó Roussel.
Y sin dudarlo lamentó que "hoy tenemos un Presidente de la República que un poco como el señor Trump en Estados Unidos, está cuestionando los resultados que dejaron las urnas" por lo que, definió, "lo que no obtuvimos mediante las urnas, lo obtendremos mediante el equilibrio de poder y la movilización social”.