El cese de los desalojos y la libertad de los presos sociales y políticos, fueron las demandas que llevaron a que cientos de personas se movilizaran hacia la Plaza de la Democracia.
Delegados de una veintena de organizaciones sociales, políticas, indígenas, estudiantiles y de Derechos Humanos convocaron al acto que se llevó a cabo el viernes pasado en la Plaza de la Democracia de Asunción, para exigir que cesen los desalojos y la libertad de los presos sociales y políticos que hay en Paraguay.
Este espacio agrupado en la Plenaria de Organizaciones Populares, en el que se encuentra el Partido Comunista Paraguayo (PCP), estableció una agenda de lucha común y emitió una declaración conjunta, al tiempo que se declaró en estado de “movilización permanente”.
Vale citar que, junto al PCP, forman parte de la Plenaria, la Federación Nacional Campesina, el Movimiento Campesino Paraguayo, la Organización de Lucha por la Tierra, el Movimiento Agrario y Popular, la Organización Nacional de Mujeres Campesinas e Indígenas, la Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia y la Coordinadora Estudiantil.
En la declaración, hace hincapié en que es preciso que Paraguay avance hacia una reforma agraria y que el gobierno que encabeza Mario Abdo Benítez, deje de desalojar y reprimir campesinos. Y recalca que este espacio se propone articular la lucha “contra de la política llevada a cabo por el Gobierno y la cúpula de los partidos de poder enraizados en el Congreso y la Corte Suprema de Justicia que avalan desalojos y saqueos masivos y criminales efectuados por la Policía Nacional y la Fiscalía General del Estado”.
También denuncia que desde esos órganos de poder estatal y los partidos citados, se planifican acciones violentas en contra de asentamientos campesinos y comunidades indígenas, entre otros. Y destaca que “este tipo de atropellos son ejecutados por el Gobierno a favor de las mafias, del capital extranjero y los terratenientes”.
Por lo que la Plenaria se declara “en movilización permanente y alerta ante todo tipo de intento de resquebrajamiento del proceso democrático”, así como “en defensa de todas las conquistas sociales de la clase trabajadora y a favor de los Derechos Humanos eje fundamental de un Estado social de derecho”.
Y resalta que se vuelve preciso defender “la soberanía nacional, territorial, energética y soberanía alimentaria, y todos los recursos naturales que posee el país como medio de desarrollo social”.
