El presidente Pedro Castillo pierde apoyo en su propio partido y desde el PCP advierten que “la derecha no descansa en su objetivo de convertirlo en un símil del humalismo”.
El Partido Comunista Peruano, advirtió que el gobierno que encabeza Pedro Castillo corre riesgo de transitar el mismo rumbo que el que Ollanta Humala, quien en los comicios de 2011 y con un programa que sedujo a sectores progresistas, venció a Keiko Fujimori en segunda vuelta pero que una vez en Casa de Pizarro fue diluyendo su programa de gobierno, hasta virarlo hacia posturas neoliberales.
La comparación poco tiene de antojadiza. Es que después de la prematura renuncia del canciller Héctor Blejar, apenas comenzado octubre, hizo lo propio el primer ministro del gabinete, Guido Bellido, a un mes de que con fórceps consiguiera el voto de confianza del Parlamento.
Así las cosas, la sucesora de Bellido, Mirtha Vásquez, debe buscar que una mayoría parlamentaria avale si designación para lo que, a priori, contaría con el apoyo de las bancadas de centro como el Partido Morado, Juntos por el Perú y Acción Popular que, oportunamente, le dieron el sí a su antecesor.
Pero, aparentemente, la va tener más difícil con el bloque del partido del propio Castillo, Perú Libre, que en el atomizado Congreso posee un volumen considerable. Su líder, Vladimir Cerrón, acusó al Presidente de “derechizarse”, algo que se verificaría en la nueva composición del gabinete.
Con este telón de fondo, los sectores más concentrados de la clase capitalista que actúa en Perú con su principal representación política en el fujiorismo, frotan cuchillo y tenedor a la espera de fagocitar y destruir al Gobierno Castillo, tal como hicieron con sus antecesores desde hace más de dos décadas.
“La derecha no descansa en su objetivo de convertir el gobierno de Pedro Castillo en un símil del humalismo”, recalcó el PCP y, tras recordar que “atacaron al gabinete, cobrándose el cargo de Béjar y ahora a Bellido y varios de sus ministro”, alertó que “van por la cabeza de Castillo”.
Por lo que fue claro al resaltar que “las expresiones políticas del ejecutivo y el legislativo deben dejar de lado sus intereses de grupo y ponerse a disposición del pueblo que reclama unidad para sacar adelante al país”.
Y, en este sentido, reclamó que el ejecutivo continúe con la agenda que, entre otras cosas, recogió demandas de la Confederación General de Trabajadores del Perú, así como que avancen en una reforma constitucional que dicte una que reemplace a la que impuso el gobierno que encabezó Alberto Fujimori. Ya que, “los trabajadores votamos por el cambio y la unidad y nos mantenemos en esa línea”.