En Chile una abrumadora mayoría se pronunció a favor de una nueva Constitución que deberá ser redactada a partir de una Convención Constituyente conformada por 155 ciudadanos.
“Que hermoso triunfo! Este día histórico es de quienes han luchado por décadas, de quienes han dado la vida, de las y los torturados, de las y los mutilados y especialmente de quienes siguen presos. Nace hoy la oportunidad de transformar Chile en un mejor país!”. Así celebraba por medio de su cuenta de Twiter el alcalde la comuna de Recoleta, Daniel Jadue.
La expresión del dirigente del Partido Comunista de Chile (PCCh) es justificada, ya que una abrumadora mayoría de chilenos aprobó que se redacte una nueva Constitución, que va a reemplazar a la que fue heredada de la dictadura que encabezó Augusto Pinochet.
De acuerdo a los datos suministrados por el Servicio Electoral, con base al escrutinio del 99,83 por ciento de las mesas, el Apruebo tiene el 78,27 por ciento y el Rechazo, el 21,73.
Pero ayer también se decidía si la nueva Carta Magna debía ser redactada por una Convención Constituyente conformada por 155 ciudadanos o por Convención Mixta formada por 86 miembros del Parlamento y 86 ciudadanos. En este caso la primera de las opciones también arrasó.
Otro dato relevante fue el de la gran participación: alrededor del sesenta por ciento de los chilenos concurrió a las urnas en un país en el que el voto no es obligatorio, y en el que 970 mil personas viven en lugares donde rigen restricciones previstas en los protocolos de la fase 1 y 2 dispuestos por el Covid-19.
Sin pandemia, durante 2017, votó el 49 por ciento en las presidencialesque volvieron a poner a Sebastián Piñera en el Palacio de La Moneda, mientras que en los posteriores comicios municipales apenas sufragó el 35.
Otro dato a tener en cuenta es el que deja la contundente participación de jóvenes en el proceso que ayer tuvo un hito, pero que también es continuidad de una acumulación de resistencia y lucha popular que encontró un momento clave, un año atrás, cuando la movilización popular fue catalizada por la protesta juvenil.