A pocas horas de la realización del “Venezuela Aid Live”, desde la Isla el Partido Comunista advierte que “hoy es Venezuela, mañana serán Nicaragua, Bolivia o Cuba”.
“La escalada de presiones y acciones del Gobierno de EE.UU. para preparar una aventura militar disfrazada de intervención humanitaria constituye una amenaza real contra el pueblo venezolano y un peligro real para la paz en el mundo”, recalcó el Partido Comunista de Cuba (PCC) ante el putsch contra la República Bolivariana que, desde Washington, creció durante los últimos días.
La aseveración del PCC no es antojadiza: para mañana se espera la realización del “Venezuela Aid Live” en la ciudad colombiana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela.
Para este festival ya comprometieron su presencia diferentes cantantes abiertamente comprometidos con la desestabilización del gobierno legítimo de Venezuela. “No tiene nada que ver con la ayuda humanitaria a los venezolanos, sino con la decisión de la Casa Blanca de dar un golpe en el país bolivariano”, advirtió Roger Waters y no se equivoca.
El recital es una tapadera para presionar sobre la frontera con la excusa de intentar ingresar en Venezuela “ayudas humanitarias”. Entre otros que viajaron para asistir a ese acto está el legislador estadounidense Marco Rubio, uno de los peores representantes de la gusanera de Miami.
Pero esto no es todo. “Este mensaje es para los militares venezolanos: ustedes serán hechos responsables de sus acciones. Hagan lo correcto. Salven a la gente en su país”, dijo días atrás el jefe del Comando Sur de EE.UU., Craig Faller, desde Miami al compartir un encuentro con el comandante general de las Fuerzas Militares de Colombia, Luis Navarro.
Ahí, ni lerdo ni perezoso, el general Navarro no se quedó atrás: “esperamos que las Fuerzas Armadas venezolanas protejan a su pueblo también, y en las Fuerzas Militares de Colombia, en coordinación con otras entidades del gobierno, tenemos una logística instalada para atender cualquier situación de riesgo con la población civil”.
Petróleo y algo más
“Washington no debería subestimar los costos de una agresión contra Venezuela. La posibilidad de una desastrosa regionalización del conflicto armado afectaría a nuestros pueblos y a todos los sectores sociales, económicos y políticos”, alertó el PCC y recalcó que “estamos ante una típica amenaza de agresión imperialista cuyo objetivo principal es la apropiación, por parte de EE.UU., de las mayores reservas certificadas de petróleo del planeta”.
Y tras señalar “el desprecio de Washington a las decenas de miles de víctimas civiles que podría producir una conflagración como la que está a la vista”, destaca que desde la lógica del Gobierno Trump hacia la América Latina, “la acción es vista como una embestida final contra la izquierda y las fuerzas progresistas”, por lo que “hoy es Venezuela, mañana serán Nicaragua, Bolivia o Cuba”.
De ahí que, insiste el PCC, “la defensa de la Revolución Bolivariana pasa a ser la primera trinchera en la lucha por la soberanía de Nuestra América, por el ideal de justicia social, paz con dignidad, y unidad en todo el orbe”.
Y añade que “se decide hoy en Venezuela la soberanía y la dignidad de América Latina y el Caribe y de los pueblos del Sur”, pero también “la supervivencia de las normas del derecho internacional y la Carta de la ONU” y asimismo “si la legitimidad de un gobierno emana de la voluntad expresa y soberana de su pueblo o del reconocimiento de potencias extranjeras”.
Por eso, el PCC convoca “a la marcha unida, a mostrar al imperio yanqui que los pueblos del mundo sí tienen sentido de su soberanía” ya que “es el momento en que los partidos comunistas y obreros de todos los continentes mostremos el inmenso potencial político que representamos en la lucha contra la guerra y en defensa de la paz”.