Violencia bolsonarista

El Partido Comunista de Brasil (PCdoB) calificó como “atentados terroristas” y “verdaderos actos de terror”, a los ataques perpetrados la semana pasada en Brasilia por bandas encabezadas por Serere Xavante que se focalizaron, fundamentalmente, frente al Congreso, el Aeropuerto Internacional, el centro de Park Shopping, la Explanada de los Ministerios y el hotel donde se alojaban Luis Inácio Lula da Silva y Geraldo Alkim que se encontraban en la capital brasilera para asistir a la ceremonia en la que el Tribunal Superior Electoral certificó la victoria electoral de la fórmula que ambos integran.

Cabe citar que Xavante es el líder de una comunidad indígena ultrabolsonarista que fue detenido durante algunas horas por orden del ministro del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes y a pedido de la Procuraduría General de la República, acusado de los delitos de amenaza, persecución y abolición violenta del Estado Democrático de Derecho.

Con este telón de fondo, la seguridad de Lula y Alckmin debió ser reforzada y se convocó a la policía antidisturbios, tras lo que durante los días posteriores, la Corte Suprema emitió 103 órdenes de allanamiento y cuatro de prisión en nueve estados contra personas imputadas de organizar estos ataques que son un correlato de aquellos que se vienen sucediendo desde el momento en que Lula triunfó en el balotaje.

Así las cosas, el PCdoB alertó que las agresiones perpetradas en Brasilia, forman parte de un esquema golpista y “ofensas inaceptables contra las instituciones, el derecho a la libre circulación y el derecho mismo de manifestación”, por lo que las instituciones no pueden permanecer en silencio “ante estas acciones delictivas ni minimizar la gravedad de las agresiones”. Y, por lo tanto, fue claro al hacer hincapié en que “los delincuentes no pueden ni deben ser cobijados por ninguna autoridad, en ningún nivel jerárquico o federativo”.