Así definió al intento de bajar la edad de imputabilidad, Solana López, integrante del CC del PC y delegada de ATE en el Consejo de Niñez y Adolescencia de Ciudad. “Buscan una transformación neocolonial sobre los jóvenes”, aseveró.
—¿De qué va el proyecto que la Presidencia Milei envió al Congreso por el que intenta establecer un nuevo régimen penal para los adolescentes de entre trece y dieciocho años?
Se trata de un proyecto que presenta las características que tiene este gobierno que busca la destrucción de un sistema de andamiaje donde el Estado, incluso dentro del sistema capitalista y burgués, puede ponerle freno a la salvajada del mercado. Pero para eso necesita de una transformación no sólo de la estructura del Estado, sino también una transformación de carácter cultural, porque no cualquier sociedad tolera pasar a ser prácticamente una colonia y transitar un proyecto de carácter neocolonial como el actual.
Esta transformación brutal que pretende este gobierno está muy bien caracterizada por el Partido Comunista como de ocupación imperialista. Y en esta transformación de carácter estructural, la batalla cultural que va de la mano de esa transformación, presenta una política sobre las infancias que es de disciplinamiento y control, pero asimismo de erradicación y aplastamiento de todas aquellas políticas que estaban dirigidas a niñeces, que fomentaban posibilidades de crecimiento en el desarrollo de autonomía, protagonismo, pensamiento propio y de todo lo que signifique la construcción de sujetos para otro tipo de proyecto de país. Por eso es estratégico para ellos todo lo que implica imponer sus políticas hacia las niñeces.
—Un proyecto que apunta contra los pibes en momentos en los que, tal como lo acaba de revelar la Unicef, un millón se van dormir sin cenar y 1,5 millones se ve obligado a saltear alguna comida durante el día…
Por un lado, es un proyecto clasista que, por lo tanto, a aquellos sectores sociales que se encuentran dentro de la línea de pobreza los empuja hacia la indigencia. Porque para un modelo como el actual hay una población sobrante y lo que buscan es que aquellos que ellos consideran que sobran, vayan a parar a la indigencia. Y entonces ahí tenemos miles y miles de niñeces, no sólo bajo la línea de la pobreza, sino también en la indigencia.
Para los trabajadores que están bajo la línea de pobreza pero que todavía no llegan a la indigencia, esto se presenta como un modelo educativo, cultural y social de disciplinamiento absoluto, además de que recorta todo lo que significa espacios, posibilidades de pensamiento, protagonismo e intervención de las niñeces y las juventudes.
Y ese disciplinamiento viene también de la mano de la baja de la edad de punibilidad, es decir ver a los niños y niñas de trece años como si fueran responsables y que por lo tanto deben cumplir una pena por determinados delitos que sabemos perfectamente que son parte de una estructura perversa que está ligada a la pobreza, pero también a otros factores nuevos para nuestro país que son los grupos mafiosos del narcotráfico, de la trata y del crimen organizado.
—¿Esta irrupción del narcotráfico, de la trata y del crimen organizado es algo que ya se advierte en la cotidianeidad a partir de la tarea que usted desarrolla?
En mi caso particular, yo trabajo en el Sistema Penal Juvenil de Ciudad de Buenos Aires. Con la población que trabajamos son jóvenes adolescentes que van de los dieciséis a los diecisiete años, y la mayoría de estos y estas adolescentes, llegan al sistema penal a partir de una situación estructural de pobreza en sus familias, pero también de ligazón con estas nuevas estructuras mafiosas del narcotráfico, de la trata y del crimen organizado.
—¿Ese tipo de organizaciones son las que ocupan los espacios de los que a raíz de los constantes ajustes se retira la institucionalidad del Estado Liberal Burgués?
Exactamente. Esos nichos son ocupados por esas mafias. En realidad, el porcentaje del delito cometidos por adolescentes es ínfimo en comparación con la masa principal del delito que se registra en Argentina. Por eso es que el asunto de este proyecto de baja de imputabilidad es ideológico y es estructural. Tiene que ver con buscar un disciplinamiento, un castigo... un sentido de castigo, porque además el Sistema Penal Juvenil, aún el actual con todas las críticas que una le pueda hacer, contempla cuando son menores de veintiún años un objetivo que es socioeducativo, porque si bien hay una pena que es tremenda ya que implica la limitación de la libre circulación ya que la persona es encerrada, aun así se busca un objetivo socioeducativo porque la pena implica a su vez un acompañamiento de este tipo y esto está avalado por las leyes de nuestro país, pero también por convenios internacionales suscriptos por el Estado argentino respecto a los que esta política que lleva adelante Milei se pone en contra. Hablo de convenios internacionales suscriptos durante los años 90 con la ONU y la Unicef... la reforma de la Ley 2661 de Protección, Promoción de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Se trata de convenios que también están pensados desde la perspectiva del Estado capitalista y burgués, pero que pretenden mínimamente promover y proteger derechos básicos para las niñeces y adolescencia en los diferentes países.
Entonces lo que pasa ahora mismo es que, con todas estas medidas y acciones que impulsa Javier Milei, estamos violando principios y tratados internacionales. Por eso la publicación de Unicef viene a denunciar este carácter atroz que empieza a asumir este gobierno.
Pero esto no es aleatorio, ya que hay un aspecto que sí es consecuencia de las políticas económicas y sociales que arrojan a la miseria y a la indigencia a grandes masas de nuestro pueblo, pero además esto es algo dirigido hacia la población de niños, niñas y adolescentes con un objetivo que es de carácter ideológico, político y cultural, porque tiene que ver con el intento por generar una transformación de carácter neocolonial sobre las subjetividades de los jóvenes.
—También tiene un carácter pedagógico... es como decirles a todos “miren lo que les puede pasar”…
Absolutamente. Es la “Pedagogía de la Crueldad” de la que habla Rita Segato. Es enseñar que hay consecuencias, que hay un Estado que castiga ante la posibilidad de poder moverte, de tener pensamiento propio, construir una identidad. La prohibición del uso de la "e" o la imposición del “Día del Niño” en vez del “Día de las Infancias”, no se trata solamente de una cuestión de maquillaje para agradar a cierto sector que sigue a Milei. Tiene un objetivo de ir generando una nueva subjetividad y consciencia que apuntale a un proyecto de carácter neocolonial y fascista.
—¿Cómo se sale de todo esto? ¿Usted es optimista respecto a que se pueda torcer esta situación?
Para mí el rol fundamental en esto es el de las escuelas. Ese es el espacio principal, las escuelas y todas aquellas instancias institucionales como clubes y bibliotecas populares... todos aquellos espacios que construyen en lo cotidiano un sentido, ya que es ahí donde se puede tener un papel fundamental para resistir y combatir este tipo de imposiciones.
Seguramente durante un tiempo nos vamos a encontrar con un escenario muy contradictorio, porque tenemos leyes que todavía se sostienen, pero que cuesta implementar porque el ejecutivo impone por decreto sus criterios que contradicen esas propias leyes. Pero a la vez tenemos docentes que se vienen formando en Educación Sexual Integral que se implementa en las aulas, que además de la perspectiva de género tienen perspectiva de derecho y de Derechos Humanos. Este me parece que es uno de los ámbitos más ricos de combate cotidiano y de construcción de sentido.
—Por eso también atacan como lo hacen al sistema de educación público universal y gratuito…
Es porque en esto el rol de los docentes es fundamental, tal como lo es el de todos los actores y actrices que en lo cotidiano nos vinculamos y trabajamos con las niñeces y la adolescencia, tanto desde el ámbito estatal como desde el social. Pero lo fundamental es dar protagonismo a los jóvenes, por eso es preciso generar y promover espacios de protagonismo y de participación para ellos. Y para eso debemos corrernos un poco del sentido adultocentrista. Vamos por más, vamos por que nuestras niñeces y nuestras adolescentes realmente vayan asimilando e incorporándose de a poco a un proyecto emancipador y que a su vez aporten a ese proyecto. Este es el objetivo principal.