Al pan…pan

“Teniendo en cuenta que muchos, para no decir todos, que hoy son componentes de la oposición fueron parte de esa gestión o son hijos de distintas variantes del radicalismo que sólo han cambiado el nombre, me extraña que se llenen la boca hablando sobre salud y seguridad, pero nunca escuché una mínima autocrítica de lo que dejaron siendo gobierno”.

La frase fue dicha por la edil comunista Flavia Guardia, quien integra la bancada del Frente de Todos del Concejo Deliberante de Cañuelas, para salir al cruce de las críticas que el bloque de Juntos por el Cambio, hacía al Proyecto de Presupuesto presentado por la intendenta Marisa Fassi.

Los dichos de la concejal comunista nada tienen de antojadizos, ya que la bancada de Juntos cuenta entre sus filas, por ejemplo a Eduardo Tita Recalt, un sobreviviente del bloque de ediles de la Unión Cívica Radical que durante la década de 1990 acompañó sin chistar a las gestiones de Jorge Domínguez, Ezequiel Rizzi y Héctor Rivarola.

Pero también a buena parte de los herederos de aquella generación de radicales que hacían gala de su progresismo, al tiempo que se identificaban con la extinta Junta Coordinadora Nacional, pero que al entrar el siglo 21 entregaron mansamente el partido centenario a lo más recalcitrante de la derecha ¡Qué diría Don Lucio García Ledesma si pudiera ver, ahora, en qué se convirtieron!

Entonces, al pan…pan y las cosas por su nombre porque, después de todo, durante las diferentes gestiones radicales, en Cañuelas, las bancadas del peronismo que por entonces era la oposición, nunca buscaron esmerilar al ejecutivo comunal dejándolo sin el Presupuesto que les permitió contar con las herramientas que necesitaban.

Por eso, además de que no son antojadizas, las aseveraciones que hizo a concejal Guardia resultan apropiadas, sobre todo si se recuerda el estado en que recibió las finanzas la gestión encabezada por Gustavo Arrieta en 2007.