En abril de este año, Macri ratificó su promesa de campaña al insistir con el Plan Belgrano, un caballo de troya para Cambiemos, que no cumplió su inversión prometida.
“El Plan Belgrano es el más ambicioso de la historia”, un orgulloso Mauricio Macri, anunciaba en abril la construcción del segundo puente Chaco-Corrientes. Sin embargo, en vísperas de Nochebuena se comunicó su suspensión por “la situación macroeconómica que atraviesa el país”.
Cambiemos lleva tres años en los que no ha cumplido la inversión de 16 mil millones de dólares de inversión en el Plan Belgrano, una de las principales promesas de Macri en la campaña de las elecciones presidenciales. Además, el gobierno contrató a la productora contenidos NEA SRL, de un concejal oficialista de Corrientes, por una cifra cercana a los dos millones de pesos para realizar piezas audiovisuales del PB y así sacarle provecho electoral.
El proyecto era a diez años y anualmente el Estado destinaría 1,600 millones para alcanzar lo prometido en 2015. Las provincias beneficiadas eran Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero con diez millones de dólares cada una. No obstante, los gastos de infraestructura en estos tres años son menos del 10 por ciento del total de gastos corrientes y de capital enviados a las diez provincias.
En este escenario donde en 2019 se profundizará el ajuste y la recesión para lograr el famoso “déficit cero” ordenado por el FMI, la apuesta de Cambiemos para llegar al techo prometido en el PB es la Participación Público Privada (PPP).
Con el PPP, se busca que los inversores en obra pública vengan de afuera. Este anhelo gubernamental se complicó tras los llamados del juez Claudio Bonadio a declarar a empresarios de la construcción por la Causa de los cuadernos. Entre ellos se citó a Gianfranco Macri, de Sideco, y a Paolo Rocca, hombre fuerte de Techint, otra empresa vinculada a la obra pública.
El alto riesgo país y las pocas condiciones políticas del gobierno actual a un año de las elecciones, sumado a la citación de los más poderosos al orden Judicial, hacen de un combo que espanta el dineral de los capitales trasnacionales y pone en riesgo el PPP.
No solo es infraestructura
El Plan Belgrano lejos está de ser un proyecto meramente dedicado a la construcción y enfocado en el desarrollo del norte argentino.
“Esto forma parte de una iniciativa de Estados Unidos para apropiarse de una manera definitiva de los recursos naturales de Sudamérica y, especialmente, de esta parte del continente”, señalaba Atilio Borón en 2016.
El noroeste es una región muy rica en litio, que para los americanos es considerado uno de los recursos estratégicos del siglo XXI. Además, Borón remarcaba que “si se materializa vamos a tener una base militar en la Triple Frontera”, situación que se concretó en febrero de este año, con el desembarco de la DEA para “colaborar con el terrorismo”.