Convocados por Confluencia los vecinos de las quince comunas opinaron sobre qué se debe hacer con el Fondo Anticíclico. El Partido Comunista y La Fede dijeron presente.
El sábado pasado y merced a una convocatoria hecha por Confluencia, la ciudad de Buenos Aires fue el escenario de una jornada en la que los vecinos pudieron expresar qué prioridades deben establecerse para el uso del Fondo Anticíclico de alrededor de 350 millones de dólares del que disponme esta jurisdicción.
Por eso es que se montaron puestos en cada una de las quince comunas, en las que los porteños pudieron expresarse, proponer ideas y debatir sobre un tema que es clave para esta jurisdicción que desde hace dos décadas es gobernada por el PRO y sus políticas neoliberales que, tal como se coincidió en puntualizar durante la jornada, plantea un escenario que resulta «urgente cambiar de rumbo». Un cambio que, advirtió Confluencia, no sólo debe alcanzar a la Ciudad, sino en todo el país, ya que «no podemos seguir aceptando este modelo de exclusión».
Como se recordará, este espacio que está integrado, entre otros, por el Partido Comunista, Unidad Popular, Forja, Libres del Sur, Patria de Iguales, Soberanxs, El Movimiento y Confederación Socialista. Y ahora se propone analizar y debatir en un plenario las propuestas recolectadas en cada barrio, para que aporten a la construcción de un programa de políticas públicas para la Ciudad de cara a las elecciones de 2025, aunque la tarea no se agota en eso, tal como lo explicó oportunamente desde el PC de la comuna 15 el abogado Hugo Mir.
Así las cosas, a lo largo de la jornada quedó en claro que se trata de un fondo que le pertenece a los habitantes de la Ciudad que son, precisamente, quiénes hasta ahora nunca habían sido consultados sobre qué hacer con él. Y esto es algo que señala una clara diferencia con la mirada que tiene el actual Gobierno de la Ciudad. «Los partidos del campo popular y revolucionario, tenemos una visión de la sociedad que es muy diferente a la que puede tener el gobierno de Jorge Macri y ni que hablar con la que del gobierno nacional de Milei», dijo oportunamente Mir y no se equivocó. Por eso es que Confluencia trabaja para «construir una alternativa real que revierta las políticas que destruyen nuestro tejido social», algo que dentro del territorio porteño la Gestión PRO implementa por medio de «una mirada elitista y segregacionista que marca una diferencia entre lo que es el norte y el sur de la ciudad» y entonces resulta preciso promover una profunda y abierta discusión política como la que tuvo lugar el sábado pasado.
De este modo, el entusiasmo exhibido por los vecinos que se acercaron a cada uno de los puestos montados a lo largo y ancho de la ciudad, da cuenta de que, tal como lo expresara hace mes a medio el secretario del Partido Comunista de Capital, Ariel Elger, en ocasión del lanzamiento de Confluencia, «realmente podemos construir otra realidad, una esperanza para la ciudad de Buenos Aires con una mirada crítica y propositiva, viendo el programa necesario para transformar a la Argentina y a nuestra ciudad».
Una tarea que necesariamente debe tener como premisa la construcción de «una ciudad inclusiva donde no sea una locura alquilar, donde sea posible que la juventud sueñe y tenga su casa propia, donde se termine la flexibilización, donde la salud y la educación públicas vuelvan a ser un emblema» y para la que se vuelve imprescindible la construcción de «mayor unidad, organización, movilización y lucha», ya que «eso es la garantía para que la potencia de este espacio se transforme en una representación legislativa, en una representación política genuina para los intereses de nuestro pueblo».