Durante un plenario inaugurado por Alberto Fernández, fijó su postura respecto a varios temas. El jueves se reúne la Conat.
La necesidad de que se avance en el proyecto que prevé gravar de forma extraordinaria a las riquezas, una reforma tributaria y la renta universal, así como en la creación de consejos económicos y sociales en cada provincia y en el orden nacional, son algunas de las iniciativas que planteó el plenario de secretarios generales de la CTA de los Trabajadores celebrado ayer, que fue inaugurado por el presidente Alberto Fernández.
También se hizo hincapié en que es preciso profundizar la construcción de unidad hacia adentro del movimiento obrero, con las organizaciones sociales, territoriales y los pequeños y medianos productores.
Fue por teleconferencia y ahí Fernández aludió a su idea de convocar a un acuerdo social que, señaló, es necesario para que “todos ganemos”, al tiempo que el secretario General de la CTA, Hugo Yasky, aseveró que, “en el continente más desigual” Argentina tiene un gobierno que “surgió de la unidad, la resistencia y lucha de nuestro pueblo”, por lo que “es capaz de convocar a los trabajadores”.
Fernández recalcó que su primer compromiso “es construir un país en el que todos los sectores de la sociedad estén integrados” y devolver “el trabajo a los que lo han perdido”.
El plenario aprobó un documento con medidas que propone que propone al ejecutivo nacional. “Creemos firmemente en la unidad, pero también tenemos que ser conscientes de que estamos viviendo la pandemia en el continente más desigual”, sostuvo Yasky y explicó que “queremos salir de la lógica de la fuga de capitales, que genera riqueza para unos pocos, y queremos que la riqueza se distribuya”.
Así las cosas, a la hora de evaluar lo hecho durante el plenario, desde la Conat, José Chapu Urreli, celebró que se destara que es preciso sostener “la lucha ante los despidos y suspensiones por parte de las empresas” e instó a que “los trabajadores sean los protagonistas reales” de la etapa que viene.
Y, sin dudarlo, añadió que la CTA “tiene que jugar un rol articulador para que el Frente de Todos comience a jugar un papel importante ante el enemigo juega al desgaste del gobierno”.
El jueves próximo, la Conat va a tener un encuentro en el que va a evaluar la propuesta programática aprobada en el plenario.
Agenda
En las principales resoluciones del plenario se habla de la situación crítica que atraviesa la región, algo que en Argentina “se agrava por la crisis preexistente, tras cuatro años de gobierno macrista que destruyó cientos de miles de empleos y golpearon, particularmente, al sector industrial y a las pymes”.
Asimismo, el documento que ahí se consensuó advierte que “la lógica del poder fáctico será que la crisis la paguen otra vez los trabajadores y los sectores populares” y celebra la postura del presidente que “expresó claramente la determinación de no pagar la deuda externa sometiendo otra vez al pueblo a la penuria de los planes de ajuste”.
Y, con este telón de fondo, la CTA recalca que “tenemos que ser capaces de salir de esta crisis, sancionando leyes y tomando medidas que nos permitan aprovechar los recursos de nuestro país y el valor de su gente para ser capaces de reconstruir el tejido social y la trama productiva a lo largo de todo el territorio nacional”.
Por eso ratifica la voluntad de participar en el Consejo Económico y Social al que el gobierno nacional convoca, al tiempo que impulsa la constitución de espacios análogos en provincias “en las que existan las condiciones”.
También postula la necesidad de promover la constitución de una “Multisectorial Nacional por la Producción y el Trabajo que nos permita articular un amplio espacio del que participemos las centrales Sindicales, CGT-CTA, las representaciones de las pequeñas y medianas empresas, los pequeños productores rurales, el movimiento cooperativista, las organizaciones de empresas recuperadas y otros”.
Por otro lado, la central pide que se amplíe la participación de los movimientos sociales en la toma de decisión e implementación de medidas que atiendan la emergencia alimentaria y social.
Y hace explícito su respaldo a la postura del Estado en la renegociación de la deuda externa, así como al proyecto que prevé un gravamen extraordinario a las grandes fortunas personales, “que sea el punto de partida hacia una reforma del sistema tributario para que paguen más los que más tienen”.
El documento pide la extensión de la prohibición de despidos hasta fin de año, que se convierta la IFE en una renta universal y respalda las políticas crediticias adoptadas por el ejecutivo hacia el sector pymes, así como las que tienden al control del sector financiero “para terminar con la fuga de capitales y las prácticas recurrentes de manipulación de precios de transferencia de los grupos económicos locales y el capital extranjero”.