“La construcción de poder popular que se desarrolla en Venezuela se convierte en una experiencia que podemos aprovechar en toda la región”, recalcó el dirigente del Partido Comunista de San Juan, Daniel Torre, tras asistir a la ceremonia de asunción presidencial de Nicolás Maduro y al Festival Mundial Internacional Antifascista.
“Viajamos hasta Caracas para expresar el apoyo contundente e irrestricto a todo este proceso”, dijo Daniel Torre quien es uno de los integrantes del Partido Comunista de la Argentina que viajó rumbo a Venezuela para participar de la ceremonia de asunción presidencial de Nicolás Maduro y del Festival Mundial Internacional Antifascista “Por un mundo nuevo” que, el sábado pasado, tuvo lugar en la capital de la República Bolivariana con la participación de alrededor de dos mil personas que formaron parte de las 125 delegaciones provenientes de diferentes puntos del planeta que allí se dieron cita.
Fue en este contexto que el presidente Maduro no dudó cuando aseveró que con la asunción que había tenido lugar el día anterior triunfaron el pueblo venezolano, la paz, la Constitución y la democracia, al tiempo que hizo hincapié en que a partir de ese momento “la nación emprende una nueva era política”. Y, en este sentido, remarcó que “Venezuela no quiere golpes de Estado, tampoco la intervención militar, más sanciones ni violencia…queremos libertad, democracia, armonía y reencuentro, unión y paz”, ya que “se inicia una nueva etapa de la Revolución Bolivariana, democrática y popular del siglo 21”.
De esta manera aludió a recientes dichos del ex mandatario colombiano, Álvaro Uribe Vélez, quien dijo que es preciso que se forme una fuerza internacional para invadir Venezuela. Vale citar que hace apenas tres meses, Uribe fue declarado por el Poder Judicial de su país culpable de haber perpetrado delitos de soborno a testigos y fraude procesal en una de las causas en las que debe responder, pero pese a esto fue uno de los más entusiastas integrantes de una suerte de Armada de Brancaleone conformada por otros ex presidentes de la región que, hasta hace pocos días, aseguraban a quiénes quisieran escucharlos que el viernes 10 de enero iban a estar en Caracas para apuntalar la “asunción presidencial” de Edmundo González Urrutia quien como se recordará, se pasó las semanas previas recorriendo mundo en un periplo que lo llevó, entre otros lugares, hasta La Moncloa donde consiguió su foto con Pedro Sánchez, pero también a las casas Blanca y Rosada donde se abrazó a Joseph Biden y Javier Milei.
Entre la lista de bravucones que juraron que acompañarían a quien consideran el sucesor de Juan Guaidó, el que se robó las reservas de oro venezolanas, aparecían algunos referentes del staff permanente de la derecha que actúa en la región, cada uno con su prontuario a cuestas. En la nómina estaban los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox, los panameños Mireya Moscoso y Ernesto Pérez-Balladares, el paraguayo Mario Abdo, el boliviano Jorge Quiroga, Andrés Pastrana de Colombia y Jorge Jamil Mahuad de Ecuador. Pero el viernes 10 ninguno de ellos pisó tierra bolivariana.
Quienes sí estuvieron rodeados del calor popular son los mandatarios de Cuba, Miguel Díaz Cannel y de Nicaragua Daniel Ortega, como así el ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y delegaciones de primer nivel de la Opep, Serbia, la República Popular China y la Federación de Rusia, entre otros. El presidente Maduro mantuvo reuniones los presidentes que se dieron cita y con la titular del Parlamento serbio, Ana Brnabic, su par de la Duma Estatal de la Asamblea Federal rusa, Viacheslav Volodin, y con los miembros de una delegación china que fue encabezada por el vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, Wang Dongming.
Con este panorama, los integrantes del PCA que viajaron a Venezuela, entre ellos el secretario general Jorge Alberto Kreyness, lo hicieron invitados por diferentes organismos gubernamentales, movimientos sociales y la Central Obrera Bolivariana lo que facilitó que además de estar en la ceremonia de juramentación popular de Maduro y en el Festival Antifascista, pudieran participar en otras actividades y realizaran visitas a fábricas y otros centros de producción.
“Llevamos un mensaje de absoluta solidaridad con el proceso revolucionario que se está llevando a cabo en la República Bolivariana de Venezuela, pero también de apoyo total e irrestricto al respeto del resultado electoral de las Presidenciales de julio, que tuvieron como cierre la asunción de Maduro” destacó Torre.
Asimismo, remarcó que Venezuela “está en un proceso de construcción revolucionaria que tiene con Maduro una continuidad de lo que hizo Hugo Chávez”, que vive constantes desafíos, ya que “como ante todo proceso revolucionario y más siendo un país rico en recursos naturales como el petróleo, el imperio se ensaña porque va por esos recursos, pero más porque le duele que los venezolanos tomen el camino de una revolución que es de inclusión, reconstrucción y liberación…que define su carácter socialista”.
Y esa relación existente entre el pueblo y el proceso revolucionario se ve en las calles. “El clima social en Caracas era de total normalidad”, recalca el dirigente del PC de San Juan y aclara: “no sé qué inventaron los medios que decían que había Estado de Sitio y hasta enfrentamientos a tiros, eso nunca existió, lo que vimos fue un clima de fiesta, porque lo sectores populares saben dónde están parados y con qué proceso han tenido la mayor cantidad de conquistas y que la Revolución les ha hecho recuperar la dignidad”. Y añadió: “dicen que hay desabastecimiento…yo me dediqué a recorrer supermercados y zonas comerciales y puedo decir que no hay nada de eso, ya que hay más productos que en Argentina y algunos con mejores precios”.
Es que, explicó Torre, ya se ve en la vida social y económica venezolana la reactivación que sucedió a la difícil situación registrada como consecuencia de la pandemia y el ahogo financiero al que se somete desde hace muchos años a este país y que arreció durante la crisis que impuso el Covid. “Han logrado una recuperación económica importante, hemos hablado mucho en las visitas que hicimos, estuve en la terminal de los talleres del metro de Caracas y hablando con los trabajadores esto es algo que se advierte”, pero también “que ellos se sienten dueños de su destino, sobre todo de los medios de producción”.
Por eso es que con este nuevo capítulo del proceso revolucionario bolivariano que se acaba de abrir, también reverdecen las expectativas para Venezuela y toda la región. “Así como lo es Cuba, Venezuela también es un faro porque se ha posicionado como eje de la construcción de un movimiento antifascista”, puntualizó Torre y se mostró convencido de que “desde el punto de vista político se va a convertir en un centro de resistencia antifascista, antiimperialista, antisionista y contra toda forma de dominación capitalista”, pero asimismo confió en que “si Venezuela sigue desarrollando la construcción de poder popular que tiene, se convierte en una experiencia que podemos aprovechar en la región, donde a veces hablamos sobre la necesidad de construir poder popular, algo que ahí está curso se ve en las fábricas, dentro el movimiento obrero y estudiantil…en todas las actividades de la vida”.