Javier Milei adelantó que pretende privatizar el sistema público y estatal, algo que provoca “preocupación y rechazo”, tal como lo señalaron los titulares de Radio Nacional, TV Pública, RTA, Télam y de la gerencia Contenidos Públicos.
Los titulares de Radio Nacional, TV Pública, RTA, Télam y de la gerencia Contenidos Públicos, advirtieron que “los medios públicos son esenciales para el fortalecimiento de la
vida democrática, la libre expresión, la diversidad de voces y la construcción ciudadana”. Lo hicieron después de que el presidente electo, Javier Milei, anticipara que tiene la
intención de privatizarlos, lo que “demuestra un gran desconocimiento del rol que cumplen en la construcción democrática”.
De acuerdo al comunicado que hicieron, la postura de Milei provoca “preocupación y rechazo”, ya que “los medios públicos son esenciales para el fortalecimiento de la vida
democrática, la libre expresión, la diversidad de voces y la construcción ciudadana”. Y recalca que “los medios públicos entienden a la información como un derecho y no como mercancía”, porque parten de una premisa que promueve “el diálogo con ciudadanos y no con consumidores”. También se recuerda que este sistema garantiza la cobertura en todo el territorio del país, así como la soberanía informativa y cultural, “y la difusión de Argentina hacia el mundo”. Y que la producción de los medios públicos alcanza “al territorio digital” a partir del desarrollo de redes y plataformas, con contenidos en los que confluyen “pluralidad, diversidad e inclusión”.
Por otra parte el documento recuerda que “el mandato de servicio público” para estos medios está “establecido por las leyes vigentes” y remarca que se cumple con las prácticas establecidas como “la rendición de cuentas a la ciudadanía y a órganos de control”. Y recordó que el sistema de mediospúblicos garantiza “contenidos formativos e informativos” que se rigen “por el interés público y no por estándares comerciales” pero también la visibilización de “contenidos y agendas ausentes o de poca presencia en la lógica comercial”. No es la primera vez que un gobierno nacional se propone dinamitar el sistema público de medios. Un cuarto de siglo atrás y a raíz de una presentación que oportunamente hizo la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), el juzgado en lo Comercial 26 declaró la medida de no innovar en el caso de la privatización de Canal 7 (hoy Televisión Pública), cuando era inminente el llamado a licitación de esa frecuencia, convocada por el presidente Carlos Menem.
“El decreto de Menem fue firmado el 28 de diciembre de 1995, pero mucho tiempo antes de esa repudiable decisión, la Utpba y los trabajadores del canal venían realizando una fuerte campaña en pro de la televisión pública con movilizaciones, actos, solicitadas, asambleas conjuntas con el resto de los sindicatos con presencia en el canal, tarea
gremial, política y social a la que se sumó la presentación judicial una vez que el gobierno decidió la privatización de la frecuencia”, recordó el secretario de Relaciones Internacionales del sindicato que reúne a los trabajadores de prensa de Ciudad y Gran Buenos Aires, Daniel Das Neves. Y en este sentido recordó que en aquel momento aparecía un escenario en el que se conjugaban un consenso privatizador, con el avance de los conglomerados massmediáticos privatizados “con un extendido temor a perder el puesto de trabajo lo que implicaba para los trabajadores queda afuera de cualquier circuito laboral”. Pero en ese “clima de época adverso, donde cada iniciativa de privatización tenía la garantía de un hecho consumado”, la Utpba, junto con los trabajadores de Canal 7, enfrentaron la resolución de un gobierno que acababa de ser reelecto. Y dijeron “no a la privatización de Canal 7 y no a los despidos”, que fueron consignas clave que señalaron el objetivo de una lucha “que el tiempo y el resultado transformarían en ejemplar”. Esta experiencia vuelve a cobrar relevancia ahora mismo, cuando de la mano de un nuevo ciclo de derecha y neoliberalismo, la clase capitalista que actúa en nuestro país va otra vez por la destrucción del sistema de medios públicos estatales. Porque, como hace hincapié Das Neves, aquella lucha de los trabajadores y su sindicato, tiene un hilo conductor con la que se viene, ya que “se trata de la historia, se trata de las mismas convicciones”.