La ministra Soledad Acuña atacó a los trabajadores de la educación. Los acusó de “no enseñar a pensar” y de “adoctrinar”, al tiempo que invitó a que padres y madres denuncien ante la cartera a su cargo a los maestros “ideologizados”.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ratificó a Soledad Acuña al frente de la cartera educativa, pese a los cuestionamientos que se suman a raíz de los recientes dichos de la ministra de Educación que en un zoom organizado por el diputado Fernando Iglesias dijo, entre otras cosas, que los docentes tienen “poco capital cultural”.
No es la primera vez que, públicamente, Acuña ataca a los trabajadores de la educación. Ahora los acusó de “no enseñar a pensar” y de “adoctrinar”, al tiempo que invitó a que padres y madres denuncien ante la cartera a su cargo a los maestros “ideologizados”.
También descalificó a los maestros al señalar que quienes optan por esta profesión, son “cada vez más grandes de edad” y eligen la carrera docente “como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras”.
La ministra cuestiona la vocación y capacidad de los maestros, pero paradójicamente fue desde su mismo partido, desde donde en 2017, María Eugenia Vidal –entonces gobernadora- convocó a “voluntarios” para reemplazar a docentes. Claro que en ese momento lo que se buscaba era romper el plan de lucha que protagonizaban los maestros bonaerenses en defensa del sistema público, universal y gratuito de educación.
Pero Acuña fue todavía más lejos cuando aseveró que “si uno mira el nivel socioeconómico, o en términos de capital cultural, al momento de aportar para el aula, la verdad es que son de los sectores más bajos socioeconómicos los que eligen estudiar la carrera docente”.
Tras lo que volvió a cargar contra la política al fustigar que “la raíz de lo sobre ideologizado y la militancia política en las aulas está en la formación docente, en el perfil que se define sobre qué es ser docente”.
Ante esto,la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) denunció que “hablan como gerentes de una comunidad educativa a la que maltratan, espían y persiguen desde hace trece años y a la que odian por no poder doblegarla”.
Y recordó que, tal como en su momento lo hicieran Esteban Bullrich y Vidal, Acuña “le declaró la guerra a los docentes” y explicitó “su desprecio por quienes llevan adelante la tarea cotidiana de enseñar”, al tiempo que “dejó expuesto el programa educativo de la derecha en la Ciudad, en línea con muchas de las medidas que adopta Jair Bolsonaro en Brasil”.
Así las cosas, UTE hizo hincapié en que la postura de Acuña es “evidentemente discriminatoria”, por lo que la denunció ante el Inadi.
Rechazo
Asimismo, diferentes organismos de derechos humanos hicieron pública su repudio a las declaraciones de la ministra, por medio de una declaración en la que señalan que “mientras como sociedad atravesamos una profunda crisis causada por el macrismo y agravada por la pandemia”, los docentes es uno de los sectores “que no han dejado nunca de trabajar, esforzarse y sostener las tareas para garantizar derechos”.
La declaración firmada, entre otros por la Liga Argentina por los Derechos Humanos (Ladh), añade que es intolerable este tipo de “declaraciones agraviantes contra quienes a diario se ocupan de educar, pero también de enseñar solidaridad”.
Y recordó que “son quienes, como Sandra (Calamano) y Rubén (Rodríguez), hacen su trabajo e incluso el que a veces no hace el Estado, como preparar algo caliente cuando hace frío o servir el pan porque el hambre no deja aprender. Son quienes salen a luchar con el guardapolvo blanco como bandera y hasta son perseguidos en una gestión de la Ciudad que se ocupó más por reprimirlos que por mejorar su situación”.
Asimismo, recuerda que la ministra “habla de la importancia de enseñar a pensar, mientras estigmatiza a los docentes que trabajan y luchan por mejorar sus condiciones para formarse como actores partícipes de la educación y no como tecnócratas fuera de su historia”.
Tras lo que destaca que lo que pretende es instalar desconfianza “sobre la tarea docente en las familias, como si padres y madres debieran cumplir una tarea de vigilancia sobre quienes han estudiado para enseñar, deslegitimando su labor” e incluso insta a denunciarlos como pasaba durante “las peores épocas de nuestra historia”.
Junto a la Ladh, firman la Declaración, Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Hijos-Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Apdh LaMatanza, Familiares y compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Fundación Memoria Histórica y Social Argentina.