Las leyes de Tierras, la de Glaciares, la de Protección de Bosques Nativos y de Protección Ambiental de Control de Actividades de Quema están en zona de riesgo posculpa de La Presidencia Milei.
Con el DNU 70/2023 en vigencia, las fronteras del país se convirtieron en zona de riesgo ya que, entre otras cosas, este decreto deroga la Ley 26.737, más conocida como Ley de Tierras, que es la que estableció el régimen de protección al dominio nacional sobre la propiedad, posesión o tenencia de las tierras rurales.
Esto en un contexto en el que ese decreto, también presenta capítulos que habilitan al gobierno a avanzar en la desregulación de muchos sectores de la economía y la transformación de sociedades estatales en sociedades anónimas. Y esto es algo que también expresó el gobierno por medio de la Ley Ómnibus que naufragó en Diputados, donde aparecían modificaciones en las leyes de Glaciares, de Protección de Bosques Nativos y de Protección Ambiental de Control de Actividades de Quema.
Todo esto pone en guardia a quienes desde hace muchos años vienen luchando por la defensa del medioambiente y la soberanía, como es el caso del militante del Partido Comunista, Pablo Moren, quien respecto a la derogación de la Ley 26.737, recordó “las luchas que libramos por Lago Escondido y otras en las que aparecen personajes como Joe Lewis, Benetton o Tompkins”.
Por otra parte, al referirse al intento de destruir la Ley de Glaciares, recalcó que lo que intenta hacer el gobierno es facilitar la actividad minera en zonas periglaciares y recordó que la norma que las protege “fue un gran hito de la militancia ambiental ante las depredadoras multinacionales que venían a explotar la cordillera”.
Después indicó que esto se monta sobre el mito de que la actividad minera genera muchos puestos de trabajo, “pero lo cierto es que deja un pasivo ambiental importante, con consecuencias como enfermedades como cáncer se han hecho moneda corriente en las ciudades y pueblos al pie de la cordillera, debido al agua contaminada que deja esto que es un negocio para pocos”.
Pero también fustigó a la Presidencia Milei por el intento de modificar la Ley de Protección de Bosques Nativos, lo que daría luz verde a la deforestación de áreas que hoy están protegidas. “En tiempos de cambio climático, deforestar suena a suicidio y ecocidio, ya que los bosques y los humedales son reguladores del clima y hábitat de miles de distintas especies de animales”.
Y tras reconocer que “fue un error del anterior gobierno no poder tener una ley de humedales”, hizo hincapié en que “las cuestiones ambientales se hacen importantes en la agenda política, ante la irrupción de sectores depredadores que sólo quieren ampliar sus ya importantes ganancias económicas por sobre la vida de la población”.
Asimismo, no dudó en advertir sobre el peligro que representaría si el ejecutivo puede avanzar en su intención de modificar la Ley de Protección Ambiental de Control de Actividades de Quema, porque eso permitiría otorgar permisos para que inicien focos de incendios con fines productivos o inmobiliarios. Y destacó que “estas modificaciones de leyes de protección del medio ambiente que el pueblo argentino construyo en décadas de lucha, se deben al intento de satisfacer los requerimientos del capital tasnacional que viene a buscar los recursos naturales que son bienes comunes del pueblo argentino”.