Así lo advirtió desde La Fede de Córdoba, Bruno Lonatti, tras el naufragio del proyecto de Ley Ómnibus añadió que “el verdadero plan económico de este gobierno es licuar el salario y destruir el consumo”.
“Se cayó la Ley Ómnibus pero no se cayo el ajuste”, advirtió desde La Fede de Córdoba Bruno Lonatti, quien además sostuvo que el naufragio que tuvo en Diputados el “Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, “permite ganar tiempo, pero todavía se nos viene lo peor, y ya lo está diciendo el propio gobierno”.
Y, sin dudas, la Presidencia Milei lo dice y lo pone en acto. Durante sus dos primeros meses, el poder de compra del salario mínimo cayó un treinta por ciento, mientras que el Índice de Precios al Consumidor medido por el Indec, se sostiene por encima de los veinte puntos porcentuales, aunque en productos clave para la Canasta Básica el panorama es peor aún.
Y, en este sentido, hay que hacer hincapié en dos datos que hablan por sí mismos. Durante enero y de acuerdo a la medición que hace el Indec, la Canasta Básica Alimentaria, que es la que señala la línea de indigencia, trepó hasta los 288 mil pesos, mientras que de acuerdo a un reciente trabajo del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, el piso de la jubilación perforó el que se registraba durante el peor momento de la crisis de 2001. Cabe citar que este instituto cuenta entre sus filas a Osvaldo Giordano, quien hasta la semana pasada fue el titular de la Anses designado por Javier Milei.
Todo en un contexto en el que la desregulación de los diferentes precios de la economía, continúa siendo una luz verde para que lo más concentrado de la clase capitalista que actúa en Argentina, siga aprovechando la posición dominante de una veintena de firmas que posee y que por medio de una estrategia de integración vertical y horizontal controlan el ochenta por ciento de la industria alimenticia, su producción y comercialización, lo que les permite construir una posición desde la que imponen precios que maximizan su tasa de rentabilidad mientras inflan el IPC y destruyen al único precio de la economía que continúa planchado: el salario.
Y, con este telón de fondo, para el presente mes junto a la suspensión del Fondo Nacional de Incentivo Docente y de los que el gobierno nacional debe enviar para abastecer a comedores y merenderos populares, se están perpetrando desmesurados aumentos en alquileres, prepagas de servicios médicos, tarifas de gas y energía eléctrica, internet, telefonía y cable. Así como el tarifazo en el transporte público de pasajeros que también alcanzó a las provincias merced a la eliminación del Fondo Compensador.
“Ese es el verdadero plan económico de este gobierno”, dijo Lonatti y sostuvo que de lo que se trata es de “licuar el salario y destruir el consumo y, por ende, a la pequeña y mediana industria”, como así “aumentar el desempleo lo que implica una reforma laboral hacia la que se avanza, lisa y llanamente a través del ajuste”.
Pero también, “se busca destruir a los servicios públicos y desfinanciarlos, ya sea la universidad pública llevando su presupuesto a un mínimo histórico hasta el punto de que no se pueda pagar salarios o desfinanciado la salud y recortando hasta el programa destinado a pacientes oncológicos, lo que abre el camino a la privatización de la salud y que quedemos rehenes de las prepagas que, además, ya aumentaron alrededor del doscientos por ciento”.