El Partido Comunista de EE.UU., reclamó que cesen las sanciones impuestas por su país a Rusia y recordó que durante mucho tiempo la Alianza Atlántica desoyó los pedidos de Moscú y siguió expandiéndose hacia la frontera rusa.
Por medio de una declaración, el Partido Comunista de EE.UU. (PCUSA), reclamó que cesen las sanciones impuestas por su país a Rusia y recordó que durante mucho tiempo la Otan desoyó los pedidos de Moscú y siguió expandiéndose hacia la frontera rusa.
Asimismo, recordó que esta expansión se produjo asociada a una campaña de “violencia y genocidio” contra la República Popular de Lugansk y la República Popular de Donetsk y añadió que “el eje EE.UU.-UE-OTAN no solo rechazó las preocupaciones de seguridad rusas, sino que permaneció en silencio mientras el pueblo de Donbass era bombardeado por el ejército ucraniano utilizando armamento suministrado por EE.UU. y la OTAN, lo que finalmente allanó el camino para el conflicto que se desarrolla”.
Y al respecto hizo pública su solidaridad con el pueblo de Lugansk y Donetsk “en su lucha contra el régimen fascista de Bandera respaldado por Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN en Kiev”.
También resaltó que con el golpe de Estado que derrocó a Víktor Yanukóvich “trajo a los neonazis a la vida política y militar, incluido el Batallón Azov y el Sector Derecho” y que “estos fascistas cometieron crímenes atroces, incluido el incendio del edificio Trade Union House en Odessa en 2014, en el que murieron 48 personas”, tras lo que destacó que “la gente de Lugansk y Donetsk ha sufrido menos de ocho años de brutales ataques militares y bombardeos por parte de estas unidades militares neonazis que han atacado la infraestructura civil”.
Y tras recalcar que “los comunistas son siempre los primeros en luchar por la paz y la amistad entre todos los pueblos y naciones”, señaló que “las guerras entre estados capitalistas en última instancia dañan a la clase trabajadora y solo benefician a sus respectivas clases dominantes” por lo que el PCUSA hizo pública su solidaridad “con la clase obrera antifascista y los comunistas en Rusia, las republicas populares de Lugansk y Donetsk, y Ucrania que anhelan el derrocamiento de las estatuas de Stepan Bandera y su calaña fascista”.
Pero también alertó que “los EE.UU. y la OTAN son la principal causa del conflicto” y denunció que mientras millones de personas de este país “sufren por la atención médica, la educación y el cuidado de los niños insuficientes, y con costos crecientes para la clase trabajadora en bienes y servicios básicos, sabemos que es la clase dominante de los EE.UU., los capitalistas de los partidos Demócrata y Republicano que son los enemigos de la clase obrera estadounidense”.