Se vivió en Rusia una jornada que tuvo su epicentro en San Petersburgo, en coincidencia con la entrada en vigencia de la nueva legislación anticomunista impulsada por el gobierno que preside Andrzej Duda.
El domingo pasado en San Petersburgo, el Partido Comunista de los Trabajadores de Rusia, llevó a cabo una jornada en la que se hizo pública la solidaridad con el Partido Comunista de Polonia, al tiempo que se manifestó contra la persecución que los comunistas polacos sufren por parte del gobierno que encabeza Andrzej Duda.
La manifestación central tuvo lugar ante la sede del consulado polaco en la ciudad rusa y a poco de que entrara en vigencia en Polonia una nueva versión del artículo 256 del Código Penal, que equipara al comunismo con el nazismo y el fascismo, por lo que prevé penas de prisión de hasta tres años a quienes posean y difundan materiales identificados con el PC.
“Esto representa un salto cualitativo muy peligroso, al alcanzar el nivel más alto de agresividad histérica del capitalismo polaco”, alertó el Partido Comunista de los Trabajadores de Rusia, tras lo que hizo hincapié en que se trata de una norma que “no es sólo de naturaleza anticomunista, sino que atestigua directamente la fascistización de la política de las autoridades polacas”.
Porque, recalcó, “la astuta equiparación de la ideología comunista con la fascista y la misma prohibición formal de su propaganda, como supuestamente igualmente totalitaria, es el ocultamiento real de su contenido fascista y la justificación del nazismo hitleriano del siglo 20”.
Y, en este sentido, recordó que mientras tanto y pese a esta Ley, el gobierno de Polonia “profundiza su apoyo al régimen nazi de Kiev de palabra y obra”, al tiempo que “endurece la represión contra los ciudadanos de su propio país que adhieren a puntos de vista comunistas”. Y, remarca, “como es habitual en la Unión Europea, todo esto va acompañado de gritos de democracia y derechos humanos”.