La Federación Sindical Mundial demandó que la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina reincorpore a los trabajadores que se dejó en la calle durante los últimos meses, pero también hizo pública su preocupación por el retroceso en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
Por medio de una nota que lleva la firma de su secretario general, Pambis Kyritsis, la Federación Sindical Mundial (FSM) reclamó que la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina que reincorpore a los trabajadores que se dejó en la calle durante los últimos meses, situación que se profundizó sobre fin de año cuando a instancias de Mariano Cuneo Libarona y Alberto Baños, se perpetraron despidos masivos en la órbita del Ministerio de Justicia que se focalizaron en el desguace del Centro Cultural Haroldo Conti.
Ante esta situación, la misiva enviada por la FSM al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Alberto Baños, hace pública la preocupación que tiene esa organización por el hecho que se eche a trabajadores, pero también ante el constante ataque que el actual gobierno lleva a cabo contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
“Hemos sido informados que en los últimos tiempos, durante su gestión, se ha producido un marcado retroceso en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”, señala la carta firmada por Kyritsis y recuerda que “preocupaciones similares han sido expresadas por numerosos organismos nacionales e internacionales”, así como “por fuerzas y actores políticos y sociales de la Argentina”.
Pero también hace hincapié en que “sabemos que en el predio donde se encuentra ubicada la Secretaría donde usted tiene su oficina funcionó uno de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio más emblemáticos de la última dictadura cívico-militar” y asimismo que gracias a la tarea de varios de los que precedieron a Baños y su staff en la Secretaría de Derechos Humanos y a sus trabajadores, como también por la labor de los organismos del área, se pudo probar que es ese mismo lugar fueron perpetrados “los crímenes más atroces a los que se puede someter a un ser humano”.
Por lo que, en la nota Kyritsis advierte: “en nombre de los 105 millones de afiliados de 133 países a los que representa nuestra Federación, quiero expresar nuestra preocupación por este grave retroceso y pedir que se retrotraigan los despidos de trabajadores que tienen los conocimientos necesarios para servir a estas políticas, sin los cuales está claro que no se sostendrán”.