Las repúblicas populares del Donbass van a tener sus plebiscitos para decidir si se integran a la Federación Rusa.
Los parlamentos de Lugansk y de Donetsk aprobaron las iniciativas por las que se convoca a la celebración de referendos sobre la adhesión de estas repúblicas populares a la Federación Rusa.
La cita fue hecha para las jornadas que van del 23 al 27 de septiembre y en idéntico sentido se pronunciaron sus pares de Jersón y Zaporozhie, que son dos regiones que se encuentran bajo jurisdicción de las repúblicas populares, merced al avance de la Operación Militar Especial (OME) que Rusia comenzó el 24 de febrero con el fin de destruir la maquinaria bélica que el gobierno fascista instalado el Kiev, desató contra la zona del Donbass a partir de 2014.
Así las cosas, va a ser el pueblo de estas regiones quien decida en un contexto en el que no cesan los ataques por parte de Ucrania contra la población civil de las principales ciudades de las repúblicas populares. Y en el que EE.UU. acaba de aprobar un nuevo paquete de ayuda militar al régimen de Kiev por 675 millones de dólares, con lo que ya son más de quince mil millones de esa moneda los que Washington suministró a Ucrania desde el comienzo de la OME.
Pero el apoyo estadounidense y de la Otan comenzó mucho antes y se hizo abierto con la intervención directa de Washington y la Unión Europea en el golpe de Estado que derrocó a Víktor Yanukóvich, lo que permitió que EE.UU. controle las palancas del gobierno instalado en Kiev.
En ese contexto el gobierno ucraniano incorporó a las fuerzas armadas regulares, a las milicias fascistas que actuaron en la desestabilización y posterior golpe de Estado.
Con este telón de fondo se profundizaron los ataques a la zona del Donbass y las matanzas contra todos los que pronunciaran sus disidencias contra el gobierno.
Uno de los episodios más elocuentes tuvo lugar durante mayo de 2014, cuando las bandas fascistas del Maidán perpetraron la Masacre de Odesa. Ahí paramilitares asociados a fuerzas policiales, cercaron a trabajadores que resistían al golpe en la Casa de los Sindicatos de Odesa. Atacaron el edificio durante varias horas con armas de grueso calibre y lo incendiaron, lo que dejó un saldo de más de cincuenta personas asesinadas y alrededor de 250 heridos. Estas bandas abiertamente fascistas actuaron financiadas por la UE y sus miembros hoy están incorporados a las fuerzas armadas regulares de Ucrania.