El representante de Cuba, Rodolfo Benítez Verson, dejó en evidencia las mentiras que planteó el representante de Javier Milei durante la 29 Cumbre Iberoamericana que culminó el viernes pasado en Ecuador.
“Es grotesco y ridículo que un gobierno que maltrata a jubilados, que niega la igualdad de la mujer, que se opone a los derechos de los pueblos indígenas y apoya la masacre contra el pueblo palestino, pretenda dar a otros lecciones de derechos humanos y democracia”, dijo en respuesta a las críticas que la delegación argentina hizo a su país, el representante de Cuba, Rodolfo Benítez Verson, durante la 29 Cumbre Iberoamericana que culminó el viernes pasado en Ecuador.
La cita fue en Cuenca, donde se hicieron presentes menos de la mitad de los jefes de Estado y de Gobierno convocados. Entre otros estuvieron el rey de España, Felipe VI, y los mandatarios de Paraguay, Santiago Peña; de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, además del anfitrión, Daniel Noboa. Ahí, el representante de Argentina, Eduardo Acevedo, fustigó a Venezuela, Cuba y Nicaragua, y demandó que el encuentro iberoamericano se pronunciara “contra las graves violaciones a los derechos humanos en Cuba”.
Ante esto, el representante cubano lamentó que la delegación argentina haya intentado hacer fracasar la Cumbre. “Pretendieron acallar la voz firme de Iberoamérica en defensa de la igualdad de género, trataron de imponer la anticientífica postura de que el Cambio Climático no existe, quisieron borrar de nuestros documentos los derechos de la mujer y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que acordamos en Naciones Unidas, hicieron todo lo posible por evitar que hubiese pronunciamientos contra los discursos de odio”, puntualizó al respecto.
Tampoco olvidó recordar la sumisión perruna del gobierno que encabeza Javier Milei respecto a EE.UU., algo que entre otras cosas, se pone en evidencia en lo inherente al bloque que Washington perpetra contra Cuba desde hace más de dos décadas. Y, en este punto, cabe recalcar que la declaración en la que avanzó la Cumbre incluye una condena al embargo contra La Isla, pero también un “compromiso con la igualdad de género, como pilar fundamental para la construcción de sociedades más justas, igualitarias, pacíficas e inclusivas con la promoción y protección de los derechos humanos de las mujeres”.
Con este telón de fondo, Benítez Verson, hizo hincapié en que “la batalla contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, en nuestra región y en el mundo, no se podrá ganar sin atender los fallos estructurales y sistémicos del injusto y excluyente orden internacional actual”, al tiempo que remarcó que “los pueblos demandan más multilateralismo y menos hegemonía, mayor solidaridad y no injerencia, más cooperación y diálogo en lugar de medidas coercitivas unilaterales”. Por lo que, aseveró, “sin esas premisas, para millones de personas, sobre todo en el Sur, la posibilidad de un futuro digno seguirá siendo una utopía”.
En el mismo sentido, destacó que en el caso de su país, “además de los retos comunes, se adiciona como principal obstáculo para nuestro bienestar y desarrollo, el criminal bloqueo de EE.UU. y la infame inclusión en la arbitraria y unilateral Lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo”, tras lo que sostuvo que durante los últimos tiempos, la guerra económica contra Cuba se recrudeció a niveles sin precedentes, por lo que “ningún cubano escapa a sus terribles consecuencias”, pero también “los empresarios y ciudadanos de sus países, también son víctimas de su alcance extraterritorial”.
A la hora de referirse a las acusaciones que hizo la delegación argentina, Benítez Verson sostuvo que se trata de “una posición aislada”, que no puede obligar a la Cumbre “a hacer silencio sobre temas muy relevantes para los países iberoamericanos, como los referidos a los derechos de las mujeres, el rechazo al bloqueo contra Cuba, el enfrentamiento al terrorismo y la denuncia de los discursos de odio, entre otros”.
Tras lo que puntualizó que no resulta aceptable “que se permita a Argentina debilitar posiciones iberoamericanas desde hace tiempo sólidas sobre la igualdad de género, el enfrentamiento al Cambio Climático y el compromiso de con la Agenda 2030” e instó a “preservar el acervo histórico de la Conferencia Iberoamericana, conformado por los consensos construidos como resultado del esfuerzo conjunto durante más de treinta años”. Y fue claro al remarcar que se vuelve preciso “disuadir conductas aislacionistas que pretenden fracturar posiciones históricas y debilitar este foro multilateral”.