El Frente Popular Antimperialista y Antifascista se pronunció contra la agresión imperialista.
Partidos Políticos y movimientos sociales que integran el Frente Popular Antimperialista y Antifascista, firmaron una declaración que condena “la arremetida del imperialismo norteamericano, en sociedad con la UE y el Grupo de Lima, en contra de nuestra nación, que representa un acto de provocación e injerencia que atenta contra la soberanía y la Paz de la República Bolivariana de Venezuela y de toda Latinoamérica y el Caribe”.
Al respecto, el Frente condenó “los planes imperialistas de rapiña sobre los recursos naturales y privatizadores declarado públicamente por EE.UU., la UE, el Grupo de Lima” junto a corporaciones empresarias locales “y la Asamblea en desacato dirigida por Guaidó”.
Pero también convoca “a la preparación, organización y movilización popular”, exige que el ejecutivo actúe severamente contra saboteadores, terroristas y especuladores y llama “a establecer el control obrero-campesino-comunero y popular sobre los procesos de producción, comercialización y distribución e impulsar un plan de industrialización nacional y una verdadera revolución agraria que nos saque definitivamente de la dependencia, la explotación y el chantaje despiadado antipatriótico de los grandes enemigos históricos del pueblo venezolano y del mundo”.
Este conjunto de fuerzas venezolanas recalcan que “no es ya un secreto para nadie los propósitos de agresión y rapiña que animan al gran capital internacional y sus lugartenientes de la derecha local, contra la dignidad nacional y el bienestar del pueblo venezolano”.
Y recuerdan que “más de medio siglo tiene la burguesía de EE.UU., los grandes monopolios capitalistas internos y sus partidos afines, actuando contra obreros campesinos y comunidades de Venezuela y Latinoamérica”.
También que esta arremetida imperialista aumentó durante las últimas décadas de proceso político venezolano, lo que incluyó “conspiración política, el magnicidio y planes de fragmentación nacional para ocupar las zonas petroleras y mineras”, pero también “saboteo económico, elevación grotesca de los precios de la canasta básica, boicot del transporte, anarquía y otros miles de abusos cometidos a diario por la derecha pro imperialista”.
También reflexiona que “para el adelanto de esos planes la derecha se aprovecha de la impunidad y otros errores gubernamentales cometidos”, pero insiste en que durante los últimos meses “sus planes aislacionistas y de provocación económico-militar han entrado en una nueva fase, buscando cerrar aún más el cerco a la nación venezolana, para propinar el golpe final contra el proceso bolivariano y sus vanguardias”.
De ahí que “los imperialistas y sus lacayos sofocados por la enorme y prolongada crisis estructural que los consume, consideran que ha llegado el momento oportuno de golpear a fondo las luchas del pueblo venezolano, de arruinar los planes sociales, de arrinconar al pueblo y salir del gobierno bolivariano por cualquier vía, por eso dieron luz verde al golpe de estado impulsado por el imperialismo norteamericano, los gobiernos lacayos en América Latina y la derecha servil-apátrida radicada en suelo venezolano”.
En este sentido, destaca que la política de injerencia golpista cuenta “con la indigna colaboración de una serie de gobiernos latinoamericanos y centra ahora su objetivo en una agresiva propaganda político-militar, solapada en la llamada ‘ayuda humanitaria’, que busca justificar la invasión a nuestro país”.