Hoy miércoles por la mañana falleció quien fuera fundador del Movimiento Jubilados Liberación y dirigente ferroviario. Miembro del secretariado nacional del Partido Comunista, luchador incansable, militante tenaz y ejemplo para las jóvenes generaciones.
Hoy por la mañana falleció Juan Carlos Serra, un trabajador ferroviario jubilado, luchador incansable, militante comunista y miembro del Comité Central del Partido. Un tipo riguroso pero sereno y amable, un dirigente de esos a los que se respeta, a los que se busca para consultar, para sentarse a charlar y pedir el consejo de alguien que nunca dudaba en prodigarlo, desde su experiencia, solidez ideológica y sabiduría.
“Cuesta expresarme porque el dolor es enorme”, dijo desde el Movimiento Jubilados Liberación (MJL), Claudio Cabrera, a poco de enterarse del fallecimiento de quien “más allá de ser un camarada era un amigo, porque desde hace algunos años nosotros venimos cosechando una amistad y por eso pierdo a un camarada y a un amigo…es complicado y doloroso”.
Juan Carlos Serra era una persona ideológicamente rigurosa, con una gran amplitud para el análisis político, así como para comprender rápidamente las dinámicas y momentos internos de la sociedad y del propio Partido. Y con esas virtudes siempre buscó articular y unir. “Esto es algo que destacan también los compañeros de otras organizaciones: su profundo sentido de la unidad que siempre lo llevó a intentar calmar las aguas, un trabajo complicado cuando de lo que se trata es de armonizar la tarea de varias agrupaciones con identidades y procedencias diferentes”, recordó Cabrera y añadió que “él siempre encontraba una palabra de conciliación y esto también es algo que perdemos con la partida de Juan Carlos”.
Por eso, “para nosotros, para el PC, para el Movimiento Jubilados Liberación y para todos los luchadores del campo nacional, popular y revolucionario esto es una gran pérdida, porque además Juan Carlos Serra fue el fundador de nuestro movimiento y quien logró que el MJL esté encabezando las luchas por los derechos de los jubilados junto a otros sectores”.
Asimismo fue “un camarada incansable en la tarea de la construcción de alternativa política y, principalmente, en el trabajo de construcción de la unidad del campo popular y revolucionario”, por lo que “estamos muy dolidos por su pérdida que para nosotros es irreparable, pero vamos a dar todos nuestros esfuerzos para mantener sus banderas en alto y recordarlo como lo que era, un gran luchador y un gran militante de nuestro Partido”.
Así las cosas, en un vuelo poético de esos que a veces propone la vida, Juan Carlos se fue un miércoles, que es el día de los jubilados, el que desde hace varios meses lo tiene al frente de la lucha como un verdadero abanderado de jubilados, pensionados y adultos mayores, como un emblema de la dignidad y la resistencia. Paradojas del destino, Juan Carlos se fue un miércoles, pero a la vez se convierte en una bandera de estos aguerridos miércoles que cuando, algún día, se recuerde este particular momento de la historia nacional, van a aparecer como un hito de la lucha que finalmente derrotó al régimen neofascista.
“Justo un miércoles de lucha se nos va quien fuera uno de los iniciadores de esta lucha y de nuestro movimiento”, remarcó Cabrera y con claridad puntualizó que “vamos a mantener en alto esa bandera hoy más que nunca”. Porque aquel sensato y entrañable abanderado de los miércoles, a partir de hoy se convirtió en bandera, en una bandera enorme de cada miércoles, de cada lucha, una Bandera Roja que se une a otras que hicieron historia desde nuestro Partido y siguen señalando caminos, cada día, en cada momento, presentes…ahora y siempre.