En Ciudad de Buenos Aires, el PRO bloqueó otro programa social destinado al sector de la cultura que padece una marcada precarización laboral.
Con el visto bueno de María Servini, en su carácter de jueza electoral de la Ciudad de Buenos Aires, el PRO bloqueó otro programa social destinado al sector de la cultura, que es una de las respuestas que se daba desde el Estado a un área que fue de las más golpeadas en la pandemia.
Como ya lo había hecho días atrás con el Plan Más Cultura Joven que otorgaba cinco mil pesos a jóvenes de sectores vulnerables para consumos culturales, ahora la jueza hizo lugar a una cautelar presentada por el PRO, que objeta que el “Apoyo Extraordinario Cultura Solidaria” de quince mil pesos, que el Ministerio de Cultura de la Nación dispuso para artistas y trabajadores de la cultura, podría tener “fines electorales”.
Al respecto Julieta Grinspan, actriz, titiritera y coordinadora de Teatro Situado, afirmó que “hace bastante que las y los artistas de la escena de la ciudad de Buenos Aires, estamos dándonos un debate sobre nuestros espacios de pertenencia, identidades y referencias en el teatro independiente”.
Tras lo que recordó que “hace tiempo que discutimos, afirmamos y repensamos esa categoría retomando sus inicios, intentando dar continuidad a lo que fue el Movimiento de Teatro Independiente, fundado en 1930 por Leónidas Barletta”.
Y añadió que “nuestra intención no es la reproducción, la copia de aquello, sino, encontrar qué de aquel movimiento sigue vigente en nuestras prácticas, cómo las volvemos visibles para seguir construyendo un teatro liberador, de lenguajes y estéticas diversas, que asuma los desafíos escénicos y políticos que nuestra etapa requiere”.
También indicó que “uno los debates abiertos y que urge profundizar tiene que ver con nuestra precarización laboral, algunos nos hemos propuesto poner bajo la lupa nuestras formas de trabajo y buscamos la manera de mejorar la calidad de vida de los y las artistas de teatro en la cuidad”.
Tras lo que hizo hincapié en que “definirse como independiente presenta hoy un abanico enorme de posibilidades, de modos de producción, de posicionamientos estéticos y políticos que, si bien se encuadran en la misma categoría, la de teatro independiente, el quehacer teatral cotidiano, las grupalidades, espacios y organizaciones muestran amplias diferencias de criterios”.