Funcionario de la dictadura, ladero de Seineldin, la lógica de su ideología lo llevó a Cambiemos. El jefe comunal de Mar del Plata se engancha a la Línea Bullrich. “Pocas veces tuvimos un intendente tan cavernícola como Arroyo”, recalcó el titular local del PC, Pedro Ferrer.
El intendente Mar del Plata, Carlos Arroyo, quien también es integrante de Cambiemos, apoyó públicamente la normativa impulsada por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que autoriza a integrantes de las fuerzas policiales a disparar su arma de fuego, contra personas y sin dar la voz de alto.
La Doctrina Chocobar impulsada por Bullrich, también cuenta con el apoyo del secretario de Seguridad de Mar del Plata, Marcelo Lencina, quien días atrás recalcó que es “algo favorable para la función policial”.
Al respecto, Pedro Ferrer, secretario del Partido Comunista de Mar del Plata, señaló que “sería bueno que el intendente se dedique a gestionar la ciudad, porque su actuación es un desastre”, tras lo que no dudó cuando resaltó que “esta decisión de apoyar las políticas de mano dura que toma Arroyo, tiene que ver con sus ideología derechista”.
Lo de Arroyo no sorprende. Hizo su campaña prometiendo “mano dura” y, desde que asumió como jefe comunal, desarrolló su gestión desde esa perspectiva.
“Queremos lograr que el vecino de Mar del Plata vuelva a ser el vecino feliz de hace cuarenta años”, reflexionó públicamente cuando ni siquiera llevaba un año como intendente.
Pero su actuación no se acota sólo a elogiar a la dictadura. Desde que comenzó fue un abanderado del ajuste que perpetra Cambiemos, amparó a bandas neonazis que azolaron Mar del Plata y apuntó sus ataques, con particular ensañamiento, contra el movimiento de mujeres.
Como en la dictadura
Durante la dictadura, Arroyo fue director de Transporte y Tránsito del Partido de General Pueyrredón, después de 1983 se desempeñó como vicepresidente de la fuerza de extrema derecha, Partido Popular de la Reconstrucción de la provincia de Buenos Aires y participó en la lista que encabezaba el carapintada Mohamed Alí Seineldin. Y, lejos de renegar de su pasado, sigue reivindicando el genocidio.
¿Pero en qué consiste la política de seguridad que impulsa desde la gestión municipal?. Ferrer es claro cuando señala que tiene que no tiene que ver “con generar mejoras sociales, reducir la marginación y favorecer el empleo en un lugar como Mar del Plata, que es una de las localidades que tiene mayores índices del desocupación del país”.
Asimismo, el titular del PC de esa ciudad recordó que “la seguridad pasa, en gran parte, por prevenir todas las problemáticas que generan la marginalidad social que produce este sistema de exclusión”.
Y, en esta dirección, explicó que no le extraña que el intendente opine así, porque “todos sabemos de dónde viene: es filo nazi” algo que “resulta vergonzoso, porque además este funcionario apaña a los sectores neonazis en la ciudad”.
Por eso, recalcó, “Arroyo está en la misma línea de pensamiento de Patricia Bullirch y la apoya en este intento de imponer una doctrina que busque resolver los problemas sociales con represión a un nivel extremo”.
También señaló que el caso de Mar del Plata tiene una lógica de gestión “que no sirve para nada” ya que “no ha resuelto ningún problema y, mientras el gobierno agrava la desocupación y la marginalidad, no presenta ningún plan ni a corto ni a mediano plazo para resolver las problemáticas locales”.
De ahí que, sin dudarlo, Ferrer definiera que “arroyo es un buen exponente de lo que es Cambiemos: una banda de millonarios que vinieron para quedarse con las riquezas de Argentina” por lo que “profundizan su plan económico para construir un país acorde al capital concentrado y la timba financiera, sin tener ninguna política social”. Y finalizó: “sólo piensan en más represión, son de un primitivismo político impresionante, pocas veces tuvimos un intendente tan cavernícola como Arroyo”.