Una multitud de trabajadores marchó ayer por las calles de Buenos Aires para decirle basta a la especulación, a las presiones devaluatorias y al ajuste promovido por el FMI. El pueblo marcó la necesidad de una agenda alternativa que el gobierno debería escuchar con urgencia.
Miles de trabajadores, provenientes de todo el país, desfilaron por las calles de la Ciudad de Buenos Aires este 17 de agosto para decirle basta a la especulación y al ajuste y para denunciar la responsabilidad de la Sociedad Rural, la AEA y la Copal en la escalada inflacionaria que erosiona día a día los ingresos de los sectores populares.
Organizados en columnas de partidos políticos, entre ellos el Partido Comunista, y de las centrales sindicales, el pueblo planteó en el centro del escenario nacional una agenda política alternativa que no es la de los agroexportadores, tampoco la de los sectores moderados del Frente de Todos que buscan pactar con los bloques de poder un esquema de “equilibrio” que perjudica a los sectores más afectados por el gobierno de Macri y la pandemia.
Al respecto José Chapu Urreli, integrante del Secretariado Nacional de la CTA de los Trabajadores y dirigente del PC, remarcó que “venimos a la movilización con consignas propias” y explicó que “por eso acordamos desde la CTA, junto a la Corriente Federal y al gremio de Camioneros organizar una columna propia que marque un claro posicionamiento respecto a la coyuntura actual”.
Urreli recuperó las experiencias previas construidas por la CTA frente a la movilización de ayer. En ese sentido, enfatizó que “desde hace bastante tiempo que la CGT pautó la movilización para el 17 de agosto y nosotros desde la CTA de los Trabajadores decidimos ponerle músculo y condimento a la convocatoria, a partir de una serie de plenarios previos que dotaron de contenido nuestra participación” y calificó como “muy importantes” los plenarios realizados en Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata y Bariloche, ya que “contaron con un protagonismo y una participación muy importante de distintos sectores sociales, políticos y sindicales”. Así fue como “llegamos a la marcha con una potente columna”.
Respecto a las consignas, hizo hincapié en que “marchamos no solo para frenar a los formadores de precios, sino principalmente en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que es la clave de todo el ajuste que se está implementando en el país”, por lo que “planteamos claramente que la deuda la paguen los que la fugaron”.
La masiva movilización “generó expectativas de poder mantener en el tiempo un plan de lucha que consista en ganar las calles desde el movimiento popular, máxime teniendo en cuenta de que hay una política promovida por la derecha para seguir limando al gobierno del Frente de Todos para que no llegue a 2023”. Y denunció: “la oposición, especialmente el macrismo, presionan terriblemente para que en el país haya una implosión y por lo tanto aprovechar la situación”.
Por último, remarcó que los comunistas “marchamos con la convicción de que la lucha y la organización del campo popular es la única garantía para poder frenar el avance de la derecha en Argentina”.
El protagonismo de los comunistas
La movilización fue una verdadera jornada de lucha antiimperialista, inspirada en la gesta sanmartiniana de liberación e independencia. En ese contexto, las banderas rojas del PC y rojas y negras del MTL y la Conat fueron protagonistas. Decenas de referentes comunistas se hicieron presentes en las columnas del Partido y nutrieron las filas de los sindicatos.
Zaida Chmaruk, vocal del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), dijo presente y enfatizó que “marchamos para que las demandas de los sectores populares ganen las calles” y agregó: “hay otra agenda que no es la de los mercados y es la que hay que fortalecer con el pueblo movilizado”.
Por su parte Antonella Bianco, integrante de La Violeta en UTE-Ctera, exclamó “ganamos las calles contra los especuladores, para decirle basta a los ajustadores y para rechazar el acuerdo con el FMI”.