A raíz de la escandalosa interrupción del partido Argentina vs Brasil, repasamos todas las veces que el gobierno de Jair Bolsonaro metió la cola en temas deportivos con claros intereses políticos de fondo.
Lo que debió ser un espectáculo en el marco del clásico sudamericano Argentina vs Brasil por las eliminatorias al mundial de Qatar 2022, terminó siendo un show para las cámaras y para alimentar el autoritarismo del presidente Jair Bolsonaro.
La cancelación del juego se generó debido a que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) aseguró que en la declaración jurada que presentaron Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Emiliano Buendía y Cristian Cuti Romero habían omitido la información de que habían estado en Inglaterra en los últimos catorce días, período exigido de aislamiento obligatorio.
Según las autoridades brasileñas, el hecho de que tres de esos cuatro jugadores (incluidos como titulares) se hayan presentado al campo de juego era prueba suficiente de que habían roto la burbuja sanitaria, por lo que de forma inaudita decidieron interrumpir el partido internacional de eliminatoria mundialista a los cinco minutos de comenzado.
Como Argentina se negó a continuar el encuentro sin los jugadores involucrados, el veedor de la Conmebol instó al árbitro venezolano Jesús Valenzuela a suspender el encuentro y derivar el caso al tribunal disciplinario del ente regulador del fútbol mundial.
Explican que a pesar de que Emiliano Martínez, Emiliano Buendía, Giovanni Lo Celso y Cristian Romero hayan presentado testeos negativos para ingresar al país “aún podían presentar síntomas después de ingresar al país, lo que podría contaminar y propagar la enfermedad”.
El Ministerio de Salud de Brasil rechazó 51 minutos antes del clásico el pedido de excepcionalidad para que jueguen los cuatro futbolistas argentinos que actúan en la Premier League.
Según revelan en la publicación, el mail, enviado a las 15.09 del domingo, fue recibido por la Conmebol y tenía la firma de Alessandro Glauco dos Anjos Vasconcelos, secretario ejecutivo de Salud del Gobierno de Jair Bolsonaro.
En el plano futbolístico ya había una tendencia antes de la pandemia y el gobierno de Bolsonaro, donde las hinchadas argentinas que iban a de visitante por algún partido de copa liberadores o sudamericana, las fuerzas de seguridad de Brasil las increpaban violentamente como en Racing-Vasco Da Gama en el 2018.
Asimismo, la Copa América del 2019 tuvo claros beneficios para Brasil en el campo de juego en la semifinal contra Argentina y en la final contra Perú, donde ya se denotaba una cierta cercanía entre el presidente Bolsonaro y el titular de la Conmebol Alejandro Domínguez.
También se han generado trabas desde lo sanitario a las delegaciones argentinas durante la pandemia, por ejemplo a Independiente en mayo de este año donde el plantel quedó varado por cinco horas en el aeropuerto a la espera de la autorización para entrar que nunca llegó y parte del mismo debió pasar la noche en el piso.
Parece ser que hablar de más a Bolsonaro en la reunión del Mercosur previo a la final de la Copa América 2021 donde Argentina se consagró campeona en Maracaná, el mandatario Brasileño le dijo a Alberto Fernández que Brasil iba a ganar 5-0 a la Argentina. Esto desató irregularidades que se vieron más adelante en lo deportivo y que terminaron en violencia.
Ejemplo de ello es la serie de octavos de final de la Copa Libertadores entre Atlético Minerio y Boca, donde el equipo argentino le anularon dos goles lícitos, uno en cada partido con el agravante de que se cobraron mediante el VAR. Tras haber quedado eliminado por penales, la queja de la delegación de Boca no se hizo esperar y la respuesta fueron gases lacrimógenos, gas pimienta y enfrenamientos en los vestuarios que llevaron a la delegación xeneize a la comisaría.
Ahora, Brasil apuesta todo a la (supuesta) mentira de los cuatro argentinos que, al llegar a suelo paulista, no incluyeron en su declaración jurada de salud que registraban un paso por Inglaterra, país en el que trabajan. Primera cuestión: el dato es fácilmente comprobable, ya que la Premier League es el torneo futbolístico más global del planeta. Segundo ítem: con las ayudas tecnológicas actuales, la trazabilidad de los pasaportes se hace en minutos. Corroborar que Martínez, Romero, Lo Celso y Emiliano Buendía (el cuarto hombre en cuestión, que no fue incluido en la planilla del partido del domingo por el DT Lionel Scaloni) habían estado en Inglaterra era una tarea sencilla.
Si los protocolos hubieran funcionado como correspondía (y más allá de no haber declarado su historial de viaje), los cuatro deberían haber quedado aislados al tocar tierra brasileña.
¿Por esperar para al partido y no haberlos retenidos en el hotel ya que llegaron el viernes y el partido era el domingo? Siendo más extremista ¿Por que no aislaron a todos los jugadores argentinos que estuvieron en contacto con los cuatro protagonistas en cuestión?
Claramente, el gobierno brasileño intentó montar un show para nuevamente demostrar “quien es el que manda”. Un gobierno que tiene mas de medio millón de muertos a causa del Covid-19, que optó por no aplicar ninguna medida sanitaria hasta que la situación lo superó y que aun en ese marcó había funcionarios con Bolsonaro a la cabeza que se seguían burlando del virus.
¿Alguien puede creer realmente que bajo este lineamiento político lo que se hizo en el partido fue proteger la salud del pueblo Brasileño?
Esta situación invita a pensar que autoridad moral tiene Anvisa en justificar sus acciones en el cuidado de la población. Un organismo cuyo titular es el contraalmirante Antonio Barra Torres, quien no tiene ninguna experiencia en el ámbito de la salud. Barra Torres es un reconocido funcionario de Bolsonaro que estaba en contra del uso de barbijo y que promovía el consumo de lavandina.
La que juega para Brasil
Otra que siempre se lava las manos con Brasil es la Conmebol. Si bien el partido estaba bajo jurisdicción de la Fifa por ser una eliminatoria para la Copa del Mundo, Conmebol fue la primera notificada de los problemas en cuestión ese día y la primera en sugerir suspender el partido.
Es curioso que la Conmebol impulsora de que los torneos en el continente se jueguen igual en los peores momentos de la pandemia 2020-2021 y quien hasta le sacó la organización de la Copa América a Argentina porque les exigían muchos protocolos sanitarios, no se le pueda plantar al estado brasileño y presionar como lo hizo con los distintos países para que flexibilicen sus políticas de salud y continúen los torneos.
La misma que al primer ofrecimiento de Bolsonaro por realizar la Copa América en Brasil no dudó en decirle que sí a uno de los peores países en el manejo del pandemia.
Por su parte, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) presentó este lunes su descargo ante la FIFA tras la escandalosa suspensión del partido con Brasil.
La entidad que tenía plazo hasta este lunes para realizar la presentación, basó su defensa en la seguridad de haber cumplido con las normativas deportivas vigentes y remarcó la responsabilidad de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en la organización del encuentro, que fue suspendido por parte de las autoridades sanitarias de aquel país.
Si bien la Fifa se tomará un tiempo para expedir el fallo, dado que también la CBF hizo su descargo, desde la AFA confían que la Argentina se quedará con los puntos, aunque no se descarta la continuidad del cotejo.