Por un cambio de fondo

Una cosa es Marcelo Saín y otra completamente antagónica es Víctor Sarnaglia, que reemplazó a Jorge Alberto "fino" Palacios en la construcción de la Policía Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires y ahora Perotti lo puso como jefe de la policía santafesina, lo que es una clara proyección de lo que propone el gobernador. 

Hay cortocircuitos entre Sarnaglia y Saín: mientras Saín denuncia el negocio de la droga en la provincia y trabaja con el Poder Judicial de la misma, Sarnaglia propone – con el aval del gobierno provincial- que la policía trabaje con una bala en la recámara, respaldando la Doctrina Chocobar.

Norberto Gallioti, secretario del Partido Comunista de Rosario, enfatizó: “Saín está buscando un cambio de fondo en la fuerza policial de Rosario, pero la misma se autogobierna y solamente responde cuando tiene connivencia con el gobierno. Los asesinatos tienen que ver con mostrarle a Saín que la lucha va a ser compleja”.

En ese sentido expresó que “tenemos múltiples actores en el gobierno provincial con los que vamos a debatir sobre estos temas. Estamos inmersos en una guerra de delincuentes y de presiones: en el medio está el pueblo santafesino que recibe los balazos".

El negocio real lo tiene que investigar la zona de delitos complejos, y eso es lo que genera tensiones porque se ha tocado a Esteban Alvarado, que está preso en este momento y era uno de los principales jefes de la droga en Rosario. Allí Saín aparece como un obstáculo para quienes buscan perpetrar un negocio de alto voltaje y pretenden estabilidad para mantener el delito organizado que existe hace décadas.

En esa línea, Gallioti aseveró que "desde la Liga Argentina por los Derechos Humanos vamos a articular con otros espacios en aras de respaldar el proyecto que representa Saín y vencer el pensamiento liberal respecto al delito que propone Sarnaglia. Necesitamos un acuerdo muy amplio, político y social, para ir por un cambio de raíz".