Documentos secretos revelaron que 120 países contrataron las máquinas codificadoras de mensajes de Crypto, que en secreto pertenecía a la CIA y a los servicios de inteligencia alemanes. En el medio aparecen Las Malvinas y el Plan Cóndor. Un escándalo mundial de espionaje.
La CIA y los servicios de inteligencia de la entonces Alemania Occidental controlaban a una compañía suiza, Crypto AG, que fabricó y vendió dispositivos de encriptación de mensajes a más de 120 países, en los que se encontraba Argentina.
Una investigación del Washington Post , la cadena de televisión alemana ZDF y la suiza SRF reveló que las máquinas "pinchadas" de Crypto le permitieron a la CIA, entre otras cosas, seguir de cerca a las dictaduras en América Latina, y brindarle inteligencia militar a Gran Bretaña durante la guerra de Malvinas. Entre los espiados aparecen Videla y Pinochet.
El Washington Post ha obtenido un documento aún clasificado gracias a una filtración. Se trata de una historia secreta: la llamada Operación Tesauro o Rubicón implicaba comprar y operar secretamente por la CIA y el BND (Servicio Federal de Inteligencia alemán) a Crypto AG como una empresa independiente, neutral y de alta calidad de equipos de encriptado". Así explica el mecanismo de espionaje Carlos Osorio, director del Proyecto Cono Sur del National Security Archive (NSA), que desde Washington dialogó con Página/12.
En 1970, la CIA estadounidense junto al BND alemán se convirtieron secretamente en propietarios de Crypto AG, dato que ignoraban los estados contratantes del servicio. En esos años, la compañía vendió miles de máquinas de encriptación, llegando a facturar millones de dólares. Un negocio redondo.
Documentos clasificados mencionan especialmente al espionaje sufrido por los países miembros del Plan Cóndor, con el que Argentina y otras dictaduras latinoamericanas de las décadas de los 70 y 80 pretendían eliminar a sus adversarios políticos.
Por ejemplo, durante la reunión inaugural del Plan Cóndor, organizada por el régimen de Augusto Pinochet en noviembre de 1975 en Santiago de Chile, los militares al mando de cinco dictaduras del continente (Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile) firmaron un acuerdo para emplear un mismo sistema de encriptado. Varios años después se supo que era el de Crypto AG.
Un capítulo aparte dentro de esa historia de engaños y traiciones lo merece Argentina. Según los cables a los que accedió el Washington Post, en 1982 la administración de Ronald Reagan aprovechó la absoluta dependencia argentina del equipo de Crypto AG para escuchar comunicaciones privadas primero, y colaborar con los ingleses durante la trágica guerra de Malvinas después.
"Incluso los dictadores fueron espiados en aquellos años. No me sorprende que la CIA espiara a Argentina durante la guerra de Malvinas, porque ya sabemos cómo han terminado aliados con cada régimen dictatorial en América Latina", sostiene la periodista y escritora Stella Calloni.
"La información revelada por el Post dice que fue a través de Crypto AG que la CIA se enteró de todos los movimientos de Argentina durante el conflicto de Malvinas y que compartió esa información con Inglaterra. Nosotros sólo conocíamos el rumor. Hoy eso se pudo probar", agrega por su parte Osorio desde el NSA.
La revelación hecha a casi 38 años de la guerra de Malvinas fue confirmada por la filtración de otro documento desclasificado por la NSA que incluye el agradecimiento de la por entonces primera ministra británica, Margaret Thatcher, "por la cooperación de los Estados Unidos en asuntos de Inteligencia y el uso de la isla de Ascensión", enclave fundamental para coordinar los ataques ingleses por la vía aérea.
En general, los nuevos cables presentados por el Post hablan sobre la inteligencia obtenida de la operación, pero proporcionan pocos detalles sobre su contenido y cómo esa información fue utilizada.
Sorpresivamente, hubo un momento en que el gobierno de facto argentino sospechó que algo raro pasaba con sus comunicaciones. Luego del conflicto armado, Argentina descubrió una falla de seguridad en el antiguo aparato utilizado para codificar mensajes.
Crypto AG envió enseguida un representante a Buenos Aires para que lograra convencer a los militares de las bondades del sistema. El elegido fue Henry Widman, un matemático de origen suizo especializado en criptología.
"El asunto no era sencillo", destaca uno de los documentos desclasificados de la CIA. Widman sabía que los algoritmos habían sido manipulados, pero la maniobra había sido ejecutada "con una prominencia técnica" tal que garantizaba que el hackeo fuera "imposible de detectar mediante las pruebas estadísticas habituales".
Los espías de la CIA celebraban las "virtudes" técnicas del sistema desarrollado por Crypto AG: "El engaño funcionó. Los argentinos tragaron con dificultad, pero continuaron comprando los equipos".
En este sentido, Calloni no dudo al afirmar que “esto es muy fuerte, ya que confirma lo que denunciamos estos años, que la CIA fue la que creó el Plan Condor, algo que se negaba rotundamente”.
“La CIA hacia las listas de los exiliados y de la gente que tenían que seguir y esas listas se las mandaban a los militares de cada país para hacer los respectivos seguimientos”, señaló Calloni.
En esta línea, lo relacionó con que fue la Operación Charly, operación militar clandestina del Ejército Argentino en acuerdo con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, para implementar en América Central los métodos represivos ilegales del terrorismo de Estado en Argentina.
“Muchos militares argentinos que fueron con la CIA a honduras mandaron mensajes de que fueron traicionados por Estado Unidos”, contó Calloni.
Además, reveló que “la Operación Condor tenía en su mirada a dirigentes importantes dirigentes populares importantes de esa época por eso se mataron presidentes, gobernadores etc”.
También agregó que “hubo otras operaciones en América además de cóndor de las que no se conocen; “Calipso, Nevada” etc. Porque no eran objetivos de igual relevancia”.
Por otra parte, este casó toca al conflicto de Malvinas, por lo que Calloni aseveró que “Crypto y la CIA usaron este espionaje para ayudar a Gran Bretaña”. También, dijo que “ya se sabe que Pinochet envió una carta Alfredo Stroessner, dictador de Paraguay, donde decía que no hiciera caso a los argentinos con el tema de las Malvinas y que no les diera su apoyo”.
Para finalizar, fue contundente cuando dijo que “esto es lo que USA nunca le perdonó a Assange, que haya puesto en evidencia todas las maniobraras con los gobiernos de factos del continente”.