El termómetro del Barrio Carlos Mugica de cara a las elecciones de noviembre. En este barrio, más conocido como Villa 31, el Frente de Todos se sostuvo como primera fuerza en las Paso, pero por una brecha más corta ante la profundización de la crisis y el malestar social.
“Hay un factor económico que hace que la gente se encuentre desencantada”, enfatizó Martín Penalva, militante del MTL del Barrio Carlos Mugica, sobre la situación que se vive y cómo impactó en los comicios legislativos de septiembre.
En 2019 el Frente de Todos (FdeT) en la Villa 31 hizo una buena elección. “Fueron números muy altos, ante el desastre que había generado el macrismo y allí la gente eligió con la esperanza de que haya una recuperación económica”, recordó Penalva y añadió que, “claramente eso no se dio lo que, en parte, explica que mucha gente no haya ido a votar por el desencanto”.
En el barrio, más conocido como la Villa 31, volvió a imponerse el FdeT sobre Juntos por el Cambio, aunque solo con el 48 por ciento y con el crecimiento de la candidatura de Javier Milei.
“La respuesta frente a la pandemia para los sectores populares fue muy pobre”, lamentó Penalva y recalcó que “la situación de quienes laburaban en blanco se contuvo por medio de herramientas como el ATP y Repro 2, pero la respuesta para el sector informal fue pobrísima ya que el IFE no alcanzaba para enfrentar esa situación y encima se cortó muy rápido”.
Una de las principales problemáticas de los vecinos es la falta de vivienda. En ese sentido, Penalva destacó que suma a la incertidumbre generalizada, ya que “las tierras son históricas de Nación y el macrismo las cedió a la Ciudad, algo que ahora está en discusión y es importante ya que esas tierras deben ser transferidas a los vecinos”.
Por eso reiteró el pedido que vienen haciendo las organizaciones que integran el FdeT para “que se anule la transferencia de tierras a la Ciudad y vuelvan a Nación, algo sobre lo que hubo una conversación con Alberto Fernández, pero no prosperó”.
Así las cosas, pese que el triunfo del FdeT fue más ajustado que en las Presidenciales de 2019, la gestión del PRO sigue demostrando que construir una vida digna para los vecinos no está entre sus prioridades. “La diferencia histórica que se le saca al macrismo tiene que ver con que el proceso de urbanización que encabeza el PRO que no transforma, es puramente estético” y añadió que “las casas que se construyeron debajo del autopista son bastante precarias, la gente tiene que pagarlas a treinta años y a dos años de su entrega tienen problemas de filtraciones de agua”. Y, como si esto fuera poco, “tampoco se regularizan los servicios públicos y la guita que se gastó para el proceso de urbanización no se ve en el barrio”.