Comienza mañana en Resistencia. Va a contar con otras sedes en Asunción y Presidencia Roque Sáenz Peña. El titular del grupo editor que la organiza, Rubén Bisceglia, destacó el carácter amplio que expresa la Feria en términos de “diversidad ideológica y referencia a las culturas originarias”, al tiempo que “instala a los escritores del nordeste y posee un concepto binacional con Paraguay”.
Desde mañana sábado y hasta el 2 de marzo, la ciudad de Resistencia va a ser el escenario central de la 25 Edición de la Feria del Libro Chacú Guaraní, un evento que convierte a la capital chaqueña en el epicentro de la actividad cultural y literaria del nordeste de Argentina, pero también del Paraguay ya que además de la sede principal ubicada en el Centro Cultural Nordeste, la Feria contará con otros escenarios en Roque Sáenz Peña y Asunción donde se desarrollará un intenso programa pleno de presentaciones, charlas, talleres y actividades inclusivas.
Por eso entre la agenda que propone la Feria, aparece una hoja de ruta rica y diversa que considera desde literatura clásica y contemporánea hasta autores locales, debates sobre teoría política, feminismo, género y nuevas tendencias narrativas. Entre las actividades destacadas, aparecen conversatorios sobre pensamiento político y filosófico con ejes en textos como “Crítica al Programa de Gotha” de Karl Marx y “El Estado y la Revolución” de Vladimir Lenin, pero también charlas sobre literatura y sociedad, que incluyen un variado especto en el que aparecen “El marxismo y la transición socialista” y “Nuevas masculinidades y perspectiva de género” y la presentación de libros y antologías como “Lucía espera el tren” de Silvia Lilian Bled, “Mientras dure la pandemia” de Marcela Cortés y “El Exilio de Nahir Galarza” de Vanesa Doglioli.
Y precisamente fue el texto de Doglioli, la excusa que puso el gobierno del Chaco para que por primera vez en un cuarto de siglo, la provincia decida no auspiciar a la Feria. “En veinticinco años la provincia siempre acompañó a la Feria Chacú Guaraní, es más, esta feria nació con una gestión de la UCR que es el partido que ahora gobierna”, recordó Rubén Bisceglia quien preside el grupo editorial que organiza esta actividad, quien lamentó que “por eso era imposible pensar que la presentación de más de trescientas actividades en el Chaco podría ser objetada por parte del Instituto de Cultura”.
Bisceglia es librero y editor, pero además fue una pieza clave en la construcción de la Primera Feria del Libro de Izquierda que se llevó a cabo en Resistencia a principios de enero. Y como tradicional organizador de la Feria Chacú Guaraní es claro al señalar que lo que se le demanda al gobierno no pasa por el apoyo económico. “Lo único que reclamábamos era el acompañamiento de la membresía del Instituto, es decir su auspicio, pero se negaron y no sólo eso” ya que “ni siquiera nos permiten mencionar al Instituto y nos han enviado cartas documento diciendo que nos abstengamos de usar esa membresía que está presente desde hace veinticinco años durante los que hubo gestiones que apoyaron económicamente a la feria, otras que lo hicieron un poco menos, pero jamás se discutió dejarla sin la membresía de la Provincia”.
Con este telón de fondo, Bisceglia hizo hincapié en el carácter amplio que expresa la Feria en términos de “diversidad ideológica y también con mucha referencia a las culturas originarias”, al tiempo que “instala a los escritores del nordeste y posee un concepto binacional con Paraguay”, por eso tiene sedes en Resistencia y Asunción donde se hace desde el 17 de febrero al 9 de marzo. Pero también celebra que este año se haya sumado la sede Roque Sáenz Peña, donde en simultáneo con la de la capital provincial se realizará en la Librería Utopía.
Así las cosas, lamentó la postura adoptada por la Gestión que encabeza Leandro Zdero. “Vagamente argumentan que el problema es el libro que tiene relación con la biografía de Nahir Galarza”, sostiene Bisceglia, tras lo que es claro al denunciar que se trata de un acto de “cesura previa, pero también forma parte de una pérdida de soberanía cultural” y añade que el gobierno provincial “se comió una coyuntura que perjudica a la industria de la cultura y al desarrollo de esta actividad”, a la vez que “intimida al escritor lo que constituye en mal coctel para la cultura de la región que busca que el Chaco, Paraguay y las provincias del nordeste dejen de ser un lugar sólo receptivo de libros para convertirse en emisores de literatura”.